La deportista, Angel Collinson, quien se encontraba en el monte Neacola, en Alaska, practicando esquí, perdió el control de su cuerpo y en consecuencia sufrió fuertes golpes durante una caída a más de 300 metros de altura.
Con un plano cenital, la mujer fue grabada desde el primer momento en el que comenzó a caer involuntariamente hasta cuando quedó ilesa en medio de la montaña.
Pasado el suceso, la mujer aseguró encontrarse en plenas condiciones y sin ningún problema físico a pesar de los duros golpes sufridos.
Te puede interesar: El esquiador que burló a la muerte