En Tailandia crecen los temores de que el año de luto estipulado tras la muerte del rey Bhumibol Adulyadej, el pasado jueves, afecte muy negativamente a la economía, ahora que esta empezaba a recuperarse.
Desde su fallecimiento, algunos negocios están cerrados o funcionan a medias. Las autoridades tailandesas han pedido a bares y restaurantes que limiten las celebraciones, al menos durante un mes. Numerosos conciertos y eventos han sido cancelados.
“Hay muchos factores que afectan negativamente a la economía. Las autoridades no permiten la venta en las aceras. La gente no tiene dinero, sólo piensa en lo que es necesario para su familia. No compra cosas innecesarias”, explica Mantuporn Sakanawat, vendedora ambulante.
Tailandia está sumida en una tristeza colectiva. La ropa negra se ha agotado en muchos comercios. Todos los funcionarios están obligados a vestir de luto durante un año, hasta que los restos del monarca sean incinerados.