El anunció llega desde Washington, en la quinta reunión del Consejo Nacional Espacial , en donde el vicepresidente Mike Pence declaró en nombre del presidente Donald Trump, que se ordena a la NASA realizar cuanto antes una misión tripulada a la Luna.
La NASA ya había planteado este objetivo y pronosticó que lo lograrían, si todo salía bien, en el 2028, argumento que no fue aceptado por Pence, el mismo que lo calificó de ‘inaceptable’.
Debido a esto, se estableció que el próximo viaje debe realizarse dentro de los próximos cinco años y contará con una esencial diferencia, la cuál se explica citando el discurso de Pence:
«Permítanme aclarar que la primera mujer y el próximo hombre en la Luna serán astronautas estadounidenses lanzados por cohetes estadounidenses desde suelo estadounidense.»

El proyecto de volver al satélite viene desde el 2017, como parte de la Directiva de Política Espacial 1. En este apartado se ordena a la NASA proponer un programa innovador de exploración espacial para enviar astronautas estadounidenses a la Luna, y posteriormente a Marte.
El problema del anuncio es que no es la primera vez que pasa esto. Las órdenes a la NASA ya se han hecho y anteriormente solo ha quedado en una simple declaración.
En cuanto al costo, estimaciones realizadas en el 2005 apuntaban a que una nueva misión tripulada ascendería a los 104.000 millones de dólares, que actualmente serían unos 135.000 millones.
Para este 2019, la NASA recibió un presupuesto por 21.500 millones de dólares. Se prevé que para el 2024, uno de los objetivos de los astronautas estadounidenses sea explorar el polo sur de la Luna para poder consagrarse con ‘territorio nuevo’.
Fuente: Xataka.com