El principal líder opositor de Venezuela Juan Guaidó confía en un cambio político en el país caribeño, con la celebración de elecciones presidenciales, y ve en Bolivia, el espejo en el que hoy se mira,un claro ejemplo de que es posible lograr el objetivo con el apoyo popular y la lucha ciudadana.
Durante una entrevista con EFE, Guaidó, quien asegura que el 80 % de la Fuerza Armada está «a favor» de la Constitución y en contra de la actual gestión política, confía en que los venezolanos saldrán masivamente a la calle el próximo sábado 16 de noviembre, para responder al llamamiento opositor, que califica ya como «una gran victoria».
Juan Guaidó dijo: Tenemos una mayoría parlamentaria reconocida por el mundo enfrentando a una dictadura que no tiene ningún tipo de escrúpulos en encarcelar, perseguir, asesinar y torturar. A pesar de eso (la oposición) mantiene la unión, no solamente de la clase política, sino también de estudiantes y de diversos sectores de la sociedad buscando una solución a la emergencia humanitaria, a la crisis económica y social que redunda sobre la crisis política que estamos atravesando los venezolanos. La solución pasa por un hecho (elección) presidencial realmente libre en Venezuela.
También manifestó que va a haber un cambio político sin duda, porque la situación es insostenible e inviable. Un pequeño grupito de la dictadura trata de mantener los privilegios a costa de siete millones de personas en una situación compleja, de cinco millones de migrantes. Se ha destruido el aparato productivo nacional; su reflejo más obvio es la industria petrolera venezolana, que decayó el 75 % de su producción en los últimos 8 años y eso no tiene que ver con sanciones ni bloqueos. Llevan 8 años seguidos destruyéndose la industria, porque la endeudaron.
Mi expectativa es que podamos tener una transición ordenada, con gobernabilidad, para detener la emergencia humanitaria compleja en Venezuela y frenar el flujo migratorio que ya no está afectando solo a los venezolanos. Es complicado dar un plazo.
Con respecto a la renuncia de Evo Morales expresó lo siguiente: En Bolivia ha habido un aparente apoyo del Ejército al cambio. En Venezuela hubo cerca de 1.000 deserciones militares en el primer semestre. Sin embargo, el día 30 de abril apenas recibió apoyo de un pequeño grupo.
Es como un aliciente, como un ejemplo de lucha de la importancia de la movilización ciudadana, de la importancia de la unión de los factores para enfrentar atropellos de parte del poder al ciudadano al querer imponer una elección, al querer robar, meter presos a dirigentes.
Yo creo que puede ser un ejemplo. Y como decía el libertador Simón Bolívar a Bolivia, «la hija predilecta» ha dado un ejemplo importante de civismo ciudadano con la unión de los sectores y la orientación al objetivo.
Yo me atrevo a decir que más del 80 % de la Fuerza Armada tiene muy clara la emergencia que atravesamos. Conoce su origen, sabe que (los chavistas) se han negado a las elecciones presidenciales, de la violación de la Constitución, del desastre social.
Estoy seguro que el 80 % están con la Constitución, pero también me atrevo a decir que hay muchos con miedo, que hay una gran persecución y una dictadura severa como la hemos vivido. Tenemos unos 400 presos políticos, pero más de 200 son militares. Los torturan hasta la muerte, como el caso del capitán de Corbeta Acosta Arévalo. La tortura es mucho más severa aún en la Fuerza Armada que en los líderes civiles. De esto estoy seguro y lo digo con toda claridad. EFE