El presidente Donald Trump nombró al teniente general del ejército, Herbert Raymond McMaster como su nuevo consejero de Seguridad Nacional en reemplazo de Michael Flynn, quien presentó su renuncia por pedido del presidente.
McMaster, de 54 años es un oficial conocido por decir lo que piensa y es considerado un estratega militar que ha escrito ampliamente sobre las fallas militares estadounidenses en la Guerra de Vietnam y ha contribuido a generar un cambio en las tácticas de la campaña militar en Irak.
Durante el anuncio, Trump lo describió como “un hombre de tremendo talento y tremenda experiencia”.
McMaster ha estado fuertemente involucrado en los esfuerzos por darle forma a las fuerzas de futuro y en su preparación para la guerra. Comandó tropas en las dos guerras en Irak —en 1991, cuando peleó en una batalla de tanques conocida como la Batalla de 73 Easting, y de nuevo en 2005-2006, durante uno de los períodos más violentos de la insurgencia que se desarrolló tras la invasión de 2003.
Se le reconoce haber usado innovadores métodos contra la insurgencia en la ciudad de Tal Afar, en el norte de Irak, cuando comandaba el Tercer Regimiento de Caballería. Luego fungió como asesor especial del comandante en jefe en Irak.
Nacido en 1962, McMaster tiene un doctorado en historia de la Universidad de Carolina del Norte. Su libro de 1997: “Abandono del deber: Lyndon Johnson, Robert McNamara, el Estado Mayor Conjunto y las mentiras que llevaron a Vietnam”, una agresiva acusación del mal manejo del gobierno estadounidense de la Guerra de Vietnam, le valió la reputación de estar dispuesto a decir la verdad al poder.
Qué tanto coinciden los puntos de vista entre McMaster y Trump todavía está por verse. En Rusia, McMaster parece tener una visión mucho más tenue que Trump de los objetivos militares y políticos de Moscú en Europa.
En declaraciones en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en mayo de 2016, McMaster dijo que Rusia logró anexar Crimea e intervenir militarmente en el este de Ucrania “a un costo cero” de la comunidad internacional.
McMaster dijo que el objetivo más amplio de Moscú es “hacer colapsar el orden de seguridad, económico y político de la posguerra fría en Europa y reemplazar ese orden por algo que sea más favorable a los intereses rusos”.
En su papel actual, McMaster ha estudiado la forma en que Rusia desarrolló y ejecutó sus campañas en Crimea y Ucrania, donde utilizó lo que algunos llaman “guerra híbrida” —parte política, parte desinformación, parte militar./VOA
El discutido asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, Michael Flynn, renunció al cargo el lunes en la noche tras reportes de que informó erróneamente al vicepresidente, Mike Pence, y a otros funcionarios sobre sus contactos con Rusia.
Su marcha supone el mayor revés hasta el momento para el equipo de asesores del republicano apenas un mes después de su llegada a la Casa Blanca.
En su carta de renuncia, Flynn dijo que mantuvo numerosas llamadas telefónicas con el enviado de Moscú en Estados Unidos durante la transición y dio “información incompleta” sobre esas discusiones al vicepresidente.
En un primer momento, Flynn dijo a los asesores de Trump que no había discutido las sanciones con el enviado de Moscú. Al parecer, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, confió en la información que le ofreció y respondió públicamente por el asesor en seguridad nacional.
Pero en su carta de renuncia, Flynn finalmente reconoció su error: “transmití sin querer al vicepresidente electo y a otros información incompleta sobre mis conversaciones telefónicas con el embajador de Rusia”, escribió.
“Me disculpé sinceramente con el Presidente y el vice presidente, y aceptaron mis disculpas”, agregó el funcionario.
Las revelaciones fueron otro revés desestabilizador para un gobierno que ya encajó una importante derrota legal, no pudo poner en marcha una de sus políticas bandera y protagonizó una serie de tropiezos diplomáticos embarazosos.
Fuente: Infobae.com/VOA
Este sábado 14 de enero en el Enlace Sabatino 508, que se transmitió desde Rumiñahui, provincia de Pichincha, el presidente Rafael Correa calificó de “infantil” la reacción que tuvo el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, al asegurar que es objeto de una persecución política, luego de que se abriera una investigación en contra de su colaborador Mauro Terán.
“Yo aprecio al señor Alcalde. No creo que sea una mala persona; es un padre de familia y tiene una linda familia. Pero la reacción de que me voy a quejar con los patrones a Washington para decir que es persecución política…”. Lo que tiene que explicar, agregó el Primer Mandatario, es “por qué a su asesor ad honorem se le han depositado en 2014 y 2015 casi USD 6 millones a sus cuentas. Que ni siquiera declaró ni pagó impuestos”.
“Y por si acaso hay otro involucrado que también fungía como asesor ad honorem del Alcalde de Quito que ha manejado como USD 30 millones, pero es candidato y por ley electoral no se lo puede imputar durante el periodo electoral”, aseguró.
Esas transacciones coinciden, según el Presidente, con la época en que se negociaba el Metro de Quito, con la empresa brasileña Odebrecht.
Esa multinacional ha reconocido que entregó sobornos a cambios de contratos de obras públicas en al menos 12 países.