Alfredo es propietario del hotel Saiananda en Bahía. Su negocio sufrió leves daños tras el sismo, pero se encuentra de pie y funcionando desde el día después que se produjera la tragedia.
A pesar que a Bahía ya no llegan los turistas de siempre, si lo hacen quienes acuden para ayudar a los damnificados por el terremoto.
Alfredo nos comenta cómo funciona este nuevo tipo de turismo que denomina “social” y opina sobre la manera óptima de levantar al sector turístico en su ciudad.
Jacinto lleva varios años trabajando en la franquicia proveedora de material de construcción Disomova en Bahía de Caráquez. Labora desde el lunes después de que se produjera el terremoto y a partir de ese momento desempeña más de una función en la empresa con el objetivo de contribuir a la reconstrucción tras la tragedia.
Jacinto también nos habla de su situación personal al haber quedado sin vivienda tras la destrucción parcial de las instalaciones de Disomova en que habitaba.
Rodi trabaja sin cesar desde el lunes después de que se produjo el sismo. Requieren sus servicios como constructor para reparar la infraestructura afectada en Bahía y San Vicente.
Nosotros, lo encontramos reconstruyendo las compuertas de la Camaronera CONSEXPORT e iniciamos una conversación en la que nos confiesa que quiere ver un Manabí cambiado y cómo contribuirá al desarrollo de su tierra de ensueño
Octavio perdió más que la materialización de su trabajo como constructor el 16 de Abril en Bahía. Se despidió de sus dos hermanos.
Aún entonces, no abandona su ciudad y forma parte de la reconstrucción del lugar, a través de su franquicia proveedora de materiales de construcción. Nos cuenta cuál es el Bahía de Caráquez que hoy se encuentra construyendo.
Gregorio vive de la venta de hamacas que producen un grupo de prisioneros. A pesar que la huida masiva que generó el sismo y que el temor de reabrir en un ambiente delictivo agravado generaron que las ventas decaigan notablemente en un principio, el negocio ya recobra el paso.
Gregorio nos habla de quiénes son los nuevos clientes que solicitan sus hamacas y comparte su visión del futuro de la provincia.
Miguel Ángel ha empezado de cero en más de una ocasión. En Bahía de Caráquez los fenómenos naturales, la escasa atención del Gobierno y la volatilidad del turismo, exigen al empresario desarrollar un instinto de guerrero que le permita resurgir de las cenizas.
La Herradura, el hotel de Miguel Ángel, sufrió graves daños tras el sismo. A eso se suma la destrucción total de la vivienda del empresario. No obstante, Miguel Ángel no se marcha y se pone en pie de lucha. Conozca cómo prevé salir adelante y qué es lo que demanda de las instituciones públicas y la sociedad para lograrlo.