El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció el incremento en un 300 % del salario mínimo, que pasó de 4.500 hasta los 18.000 bolívares, al tiempo que señaló que su Administración continuará asumiendo el pago de las nóminas de las empresas privadas para evitar que esta subida alimente la inflación.
“El salario mínimo nacional estará en medio petro: 18.000 bolívares soberanos para la clase trabajadora de Venezuela”, dijo Maduro durante su discurso anual a la nación, que pronunció ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un foro integrado solo por oficialistas y no reconocido por numerosos gobiernos.
Con este aumento, el salario mínimo pasó de 5,22 dólares a 20,9 dólares según la tasa oficial de cambio, lo que mantiene a los casi 4.000.000 de trabajadores que lo perciben en situación de pobreza extrema según Naciones Unidas, que fijó en 1,20 dólares diarios el umbral de la miseria.
Explicó que el incremento, que comenzará a regir a partir de este martes, deberá adaptarse de manera “automática” a todas las tablas salariales de la Administración Pública, donde precisamente el salario mínimo es la norma.
Además, indicó que su Gobierno mantendrá el pago del “diferencial” del salario en las empresas privadas que así lo soliciten, un plan que inició en agosto pasado y cuya duración estaba estimada para solo 3 meses.
Según Maduro, esta medida tiene la finalidad de “quitarles la excusa” a los empresarios de que el aumento, que calificó como un “factor de corrección” de su programa económico, es “causa de inflación”.
En Venezuela, el salario mínimo se calcula en “medio petro”, una unidad de cuenta que nació como moneda virtual con respaldo en un bloque de la Faja Petrolífera del Orinoco, donde se encuentran los mayores depósitos de crudo del planeta, pero ahora se maneja como un certificado de ahorro.
El presidente venezolano, que inició el jueves un nuevo mandato que cuya legitimidad no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional, elevó hoy el petro desde los 9.000 hasta los 36.000 bolívares, unos 41,75 dólares.
Maduro toma esta medida en medio de la severa crisis que atraviesa Venezuela, y que se expresa en escasez generalizada, una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé cierre este año en 10.000.000 % y el éxodo de más de 3.000.000 de personas.EFE
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aumentó hoy en 103 % el salario mínimo integral del país y lo ubicó en 5.196.000 bolívares, equivalentes a 65 dólares, según la única tasa oficial de cambio en la que un dólar estadounidense cuesta 80.000 bolívares.
“Aumento del salario mínimo a 3 millones de bolívares para todos los trabajadores y trabajadoras de Venezuela. Salario mínimo básico”, dijo el mandatario durante un acto político en Caracas que fue transmitido por el canal estatal.
Anunció también que el pago mensual por concepto de bono de alimentación, obligatorio en el país, será ahora de 2.196.000 bolívares con lo que el ingreso mínimo legal de los trabajadores pasará de 2.555.500 a 5.196.000 bolívares.
“Debe procederse de manera inmediata al ajuste de todas las tablas de trabajadores de la administración pública”, prosiguió Maduro y detalló que en el caso de médicos, maestros, militares y policías el ajuste será de 200 % “de manera inmediata”.
En el caso de los pensionistas el ingreso mensual subirá hasta 4.200.000 bolívares (52 dólares) mientras que todas las bonificaciones que comenzó a entregar el Gobierno a embarazadas y discapacitados también sufrirán un alza que no fue detallada por el jefe del Estado.
“Ustedes lanzan duro en la guerra (y) nosotros lanzamos duro también hasta que estabilicemos y lo vamos a lograr”, dijo Maduro en alusión a la “guerra económica”, una teoría del chavismo gobernante que culpa a opositores, empresarios y gobiernos extranjeros por la severa crisis económica nacional.
El Parlamento venezolano, controlado por la oposición, ubicó la inflación de mayo en 110 % y aseguró que los precios suben 2,4 % cada día en el país petrolero en medio de la espiral hiperinflacionaria que se desató en el segundo semestre del año pasado.
Este es el cuarto aumento salarial que aprueba el Ejecutivo en lo que va de año, luego de que se formalizasen incrementos en enero, marzo y mayo.
El gobernante venezolano cerró 2017 con siete aumentos al sueldo mínimo, el último de ellos anunciado el 31 de diciembre, con lo que este ingreso que es percibido por al menos la mitad de los trabajadores del país alcanzó cerca de un 250 % de incremento, respecto a finales de 2016. EFE
El presidente Nicolás Maduro anunció el jueves que para defender el diezmado poder adquisitivo de los venezolanos decidió incrementar en 58% el salario mínimo en un escenario de crisis económica signada por una inflación de cuatro dígitos.
Esta es la séptima vez que se incrementa en los últimos 14 meses. En el 2017, el aumento fue de 50% en enero, 60% en mayo, 50% en julio, 40% en septiembre, 30% en noviembre y 40% en diciembre.
En una declaración difundida a través de Facebook, Maduro indicó que a partir del 1 de marzo el salario mínimo se ubicará en 392.646 bolívares, que sumado a un bono de alimentación, la remuneración mínima legal será de unos 1,3 millones de bolívares, equivalentes a 37 dólares.
También ordenó, sin dar detalles, ajustar la tabla salarial de los trabajadores del sector público de acuerdo a los convenios laborales colectivos, que incluye a médicos, policías, militares, bomberos y educadores.
Las pensiones, por su parte, se elevarán de 248.510 a 392.646 bolívares al mes, equivalente al salario mínimo.
Los venezolanos enfrentan una severa crisis económica, altamente dependiente de las importaciones, así como ásperos problemas de escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.
El gobernante, que buscará la reelección en mayo pese a que es señalado en las encuestas como el principal responsable de la crisis, atribuye los altos precios y la escasez de productos básicos a una “guerra económica” promovida por adversarios políticos y empresarios para desestabilizar su gobierno.
Los críticos de Maduro sostienen que la postración económica del país está estrechamente relacionada con el agotamiento de los sistemas de control de cambio y de precios, que han estado vigentes desde 2003./AP