Con una pose seria y nada triunfalista, el próximo mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, adoptó hoy un discurso conciliador con el aún presidente Enrique Peña Nieto y con los poderes económicos del país, aunque sin renunciar a su promesa de “cambio radical” que lo llevó a ganar los comicios.
Tras reunirse durante más de una hora con Peña Nieto en el Palacio Nacional, López Obrador ofreció su primera conferencia de prensa tras las elecciones del domingo.
“En todo este periodo (de transición) tenemos que ponernos de acuerdo en muchos temas. Sobre todo para lograr que la transición sea de manera ordenada, pacífica y que no haya sobresaltos. (Dando) confianza en temas económicos”, aseveró el líder izquierdista, que ganó los comicios con 53 % de los votos.
A propuesta de Peña Nieto, ambos líderes acordaron que hasta que el Tribunal Electoral de México nombre oficialmente presidente electo a López Obrador, no comenzará el proceso de transición de poderes, que se alargará hasta la toma de posesión del nuevo presidente el 1 de diciembre.
López Obrador, que ofreció la rueda de prensa en solitario, tuvo unas inusuales palabras amables hacia Peña Nieto, a quien agradeció que “haya actuado de manera respetuosa” durante el proceso electoral y afirmó que “en general fueron unas elecciones libres y limpias”.
“No hubo intervención del aparato del Estado en el proceso; esto no había sucedido en los últimos tiempos”, celebró López Obrador, quien ha atribuido sus derrotas en las presidenciales de 2006 y 2012, esta última ante Peña Nieto, a sendos fraudes electorales.
De igual forma que en la noche electoral, quiso tranquilizar a los mercados reiterando que será “respetuoso” de la autonomía del Banco de México y los “equilibrios fiscales”, y aseguró que “no habrá injerencia en temas financieros” y que respetará los compromisos del Estado con bancos y empresas.
También informó que este miércoles se reunirá con un grupo de empresarios y respaldó el actual equipo mexicano que negocia la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos y Canadá.
“Vamos a trabajar de manera conjunta en lo relacionado con la revisión del Tratado”, aseveró López Obrador, quien propondrá especialistas para que acompañen al actual equipo, “siempre respaldando al Gobierno actual de México”.
De hecho, avanzó que mantendrá junto con Peña Nieto una reunión con el secretario estadounidense de Estado, Michael Pompeo, quien visitará México el próximo 13 de julio.
López Obrador, confirmó, también, que renunciará a la seguridad oficial, a la residencia de Los Pinos y al avión presidencial, manteniendo sus promesas de campaña.
“He sostenido que me cuida la gente y me cuida el pueblo, y el que lucha por la justicia no tiene nada que temer”, afirmó en rueda de prensa el líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y ganador de la Presidencia el pasado domingo.
De esta manera, respondió que evaluará el uso de fuerzas de seguridad pública para su protección, especialmente del Estado Mayor Presidencial./EFE
Jefes de Estado y de Gobierno mundiales enviaron hoy sus felicitaciones a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por su victoria en unas “elecciones históricas” con las México ha dado un hasta ahora inédito giro a la izquierda.
EEUU y Canadá, sus vecinos del norte, fueron de los primeros en enviar un mensaje de felicitación a López Obrador, que, de acuerdo al Instituto Nacional Electoral (INE), obtuvo entre 53 % y 53,8 % de los votos, lo que llevó a sus oponentes a admitir su derrota incluso antes de que se conozcan los resultados oficiales.
“Felicidades a Andrés Manuel López Obrador por convertirse en el próximo presidente de México. Estoy muy deseoso de trabajar con él”, escribió el presidente de EEUU, Donald Trump, en Twitter, donde resaltó que “hay mucho que hacer que beneficiará” a ambos países.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se mostró “impaciente” por trabajar con él para “fortalecer” la relación entre sus países, “amigos cercanos y socios de larga data”, y “crear un crecimiento económico que beneficie a muchos y avanzar en los derechos humanos y la igualdad”.
Desde Europa, el presidente ruso, Vladimir Putin, valoró sus “relaciones de amistad con México y confía en su desarrollo” tras la victoria de AMLO, al que pidió que “preste la debida atención” a la cooperación bilateral.
También Pekín felicitó a López Obrador, “bajo cuyo liderazgo México logrará nuevos logros en su desarrollo nacional y continuará jugando un papel importante en los asuntos internacionales y regionales”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, que recordó que México y China son “buenos amigos” y “socios estratégicos globales”.
Alemania, por su parte, mostró su deseo de mantener “la cooperación estrecha y de amistad” con México a la espera de que la canciller, Angela Merkel, felicite personalmente a AMLO, según el portavoz del Gobierno.
A primera hora, España también había expresado su voluntad de profundizar los lazos de amistad entre ambos países “para construir juntos un futuro de prosperidad y estabilidad”, al igual que Japón, que aseguró que estará “pendiente de las políticas económicas y comerciales del nuevo Gobierno” mexicano.
En Latinoamérica, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, consideró que la victoria de AMLO supone el triunfo “la verdad por encima de la mentira y se renueva la esperanza de la Patria Grande”.
El de Ecuador, Lenín Moreno, se mostró deseoso de ambos países sigan “estrechando lazos y aunando esperanzas”, tras desear sus “mejores augurios para el hermano pueblo azteca”.
Mientras, el mandatario de Bolivia, Evo Morales describió el triunfo como “contundente” y destacó que AMLO “escribirá una nueva página en la historia de dignidad y soberanía latinoamericana”.
Cuba también quiso felicitar al nuevo presidente mexicano por unas “elecciones históricas”, el mismo calificativo usado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que reconoció la “amplia participación” y saludó que los otros candidatos aceptaran rápidamente la victoria de AMLO.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, mostró su deseo de que López Obrador “mantenga las excelentes relaciones” entre los dos países, en la misma línea que su colega salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, para “fortalecer los profundos lazos de amistad en función del bienestar” de ambos pueblos.
Por su parte, Argentina abogó porque ambos países trabajen para “construir una América Latina estable, integrada y democrática”, escribió la Cancillería en Twitter.
En México, tanto el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, como Vicente Fox y Felipe Calderon quisieron desear éxito al nuevo mandatario y destacaron la solidez de la democracia mexicana.
“Tenía otras opciones como preferencia, sin embargo democráticamente el pueblo de México ha decidido y decidido para bien”, escribió Fox, mientras Calderón deseó que “gobierne con sensatez y honestidad, atento a lo que hagan sus subordinados”.
También el jefe de la diplomacia mexicana, Luis Videgaray, mostró su felicitación al destacar que ha llegado “la hora de la reconciliación. El futuro presidente debe contar con el apoyo de todos. México va primero”. EFE
El reconocimiento del triunfo de Andrés Manuel López Obrador, inmediatamente después de cerrar los centros electorales, ha sido un sincronizado concierto de discursos sin precedente en la historia del proceso electoral de México.
Entre el cierre oficial de las votaciones y el anuncio del primer recuento rápido del árbitro electoral, sus rivales en la lucha por la presidencia de México admitieron su derrota y le abrieron las puertas del triunfo.
Todavía no se había contado ningún voto de manera oficial cuando los candidatos José Antonio Meade (oficialista), Ricardo Anaya (conservador) y Jaime Rodríguez (independiente) virtualmente le levantaron la mano en señal de su victoria.
Los sucesivos mensajes del árbitro electoral, del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y las felicitaciones de mandatarios de otras naciones marcaron los tiempos en los que López Obrador se movió hasta su discurso del triunfo en el Zócalo de Ciudad de México.
Fue Meade, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el primero que reconoció lo que sería su derrota en tercer lugar al señalar que López Obrador era el principal favorecido en las tendencias de las elecciones para presidente de México para el periodo 2018-2024.
Como si fuera una coreografía planificada de antemano, Anaya, abanderado de la alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano, dijo que todo beneficiaba a López Obrador e incluso admitió que le había llamado por teléfono para felicitarlo.
Rodríguez tomó la estafeta para felicitar al virtual ganador y ofrecerle su colaboración. Además, anunció que retomará cuanto antes su cargo de gobernador del estado norteño de Nuevo León, al cual pidió licencia para ser candidato.
El concierto de la victoria de López Obrador tuvo un segundo momento cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo felicitó en su cuenta de Twitter, 59 minutos antes de que en México se anunciaran los resultados oficiales por parte del Instituto Nacional Electoral (INE).
Los reconocimientos de derrotas de los tres candidatos rivales de López Obrador limpiaron el camino para la felicitación anticipada de Trump, a la que siguieron como fichas de dominó las de otros gobernantes de países de América y de Europa.
El titular del INE, Lorenzo Córdova, informó que López Obrador tendría una votación de entre 53 y 53,8 % frente al 22,1 a 22,8 % de Anaya, el 15,7 a 16,3 % de Meade, y el 5,3 a 5,5 % de Rodríguez, según una muestra de 7.700 mesas electorales.
Estos datos del INE confirmaron la victoria que ya anticipaban los rivales del izquierdista y también todos los sondeos durante la campaña electoral.
Ya con los resultados en la mano, Peña Nieto anunció en cadena nacional que todo apuntaba a que López Obrador se convertirá en el nuevo presidente de México a partir del próximo 1 de diciembre, para un periodo que culminará el 30 de noviembre del 2024.
El colofón de este concierto político, inusitado en una democracia como la mexicana, tan reacia a reconocer una victoria de la oposición, fue el discurso de López Obrador ante sus seguidores en pleno Zócalo.
El martes, López Obrador se reunirá con el presidente Peña Nieto para iniciar la transición de Gobierno, la cual incluye la futura discusión de los presupuestos de ingreso y de gasto para el año 2019.
La participación en las urnas ha llegado a ser entre el 62,9 y el 63,8 % del total de los 89,1 millones de ciudadanos que fueron convocados a las urnas para renovar 3.400 cargos, convirtiendo estas elecciones en las mayores de la historia del país.
Además de presidente, se elegían 128 senadores, 500 diputados, ocho gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, además de miles de cargos locales. EFE