El trabajador de un matadero en Aalen, en Baden-Wurtemberg, Alemania, terminó en el hospital luego de recibir un golpe de una vaca que ya estaba muerta.
Los medios locales informan que el animal fue ejecutado según el protocolo, pero que cuando ya estaba sin vida, soltó una patada que impactó en la cara del trabajador que tuvo que ser hospitalizado luego del golpe.
Los movimientos de los animales, luego de morir, se deben a impulsos musculares que quedan como rezago de la actividad nerviosa tras ser sacrificado el animal.