El epicentro del terremoto del 16 de abril de 2016 se ubicó entre Manabí y Esmeraldas, estas provincias costeras son sin duda uno de los mayores atractivos turísticos que tiene nuestro país, de sus playas, gastronomía y la visita de viajeros depende en gran medida la economía de su gente, por ello después de enfrentar el embate de la naturaleza, no sería fácil retomar su productividad, había que reconstruir sus vidas, sus edificaciones, lograr que visitantes ecuatorianos y de otros países se animaran a regresar. ¿Se ha logrado reactivar el turismo? ¿Qué porcentaje de los hoteles están operativos? ¿Qué falta por hacer? Esta es otra asignatura pendiente para superar el Terremoto 7.8