Adquirir un pez dorado siempre parece buena idea al principio. Sin embargo, a veces llega un momento en donde te das cuenta que no te puedes encargar de tu nuevo compañero.
Entonces, ¿qué haces con el pez? Muchas personas deciden que lo mejor es liberarlo en un lago u otro sitio natural para que sea feliz. Aunque esto te parezca buena idea, liberar tu pez dorado en un sitio natural puede afectar el sistema ecológico y causar dolores de cabeza a los que cuidan el sitio.
¿Cómo puede causar tanto alboroto un pequeño pez dorado? El carassius auratus, su nombre científico, tiene una capacidad increíble para adaptarse a cualquier entorno por lo que se han convertido en un verdadero problema para las especies locales de pantanos, lagos y ríos de todas partes del mundo.
Además, los peces dorados son persistentes. Pueden llegar a dominar el lago o destruir el hábitat natural de la zona. En algunos casos, pueden llegar a crecer hasta casi dos kilo.
Si el tamaño no fuera suficiente, el problema con estas especies invasivas es que son una amenaza para los ecosistemas locales.
En primer lugar, estas especies originarias de China son carnívoras. Se alimentan de los huevos que ponen los peces locales, que a su vez se alimentan de las larvas de mosquito en el agua (con lo que son insecticidas naturales).
Además, para buscar alimentos utilizan una técnica que consiste en sacudir el suelo. Lo que nos lleva al segundo problema; al levantar el barro del fondo, hace que floten nutrientes antes enterrados y activen un crecimiento desmesurado de algas.
Pero esto no es todo. De acuerdo con el doctor Stephen Beatty, de la escuela de veterinaria y ciencias de la vida en la Universidad Murdoch de Perth, en Australia, este tipo de pez carpa puede traer enfermedades desconocidas para la población nativa de peces.
La liberación de peces dorados ha causado problemas en varios sitios del mundo. En 2015, el ayuntamiento de Alberta en Canadá le pidió a sus ciudadanos que pensaran dos veces antes de adquirir una de estas criaturas. Lanzó una campaña llamada “No lo liberes” que transmitía los peligros de liberar los peces dorados (se considera una especie invasora) en el agua de la ciudad.
No ha sido el único problema. En Michigan en 2013, un hombre cazó un pez dorado de casi 38 cm. Este año encontraron a 8.000 peces dorados en un arroyo en Michigan. No se sabe cómo llegaron ahí, pero una teoría es que fueron liberados por sus dueños. Oficiales de Michigan solo lograron sacar a la mitad de los peces del arroyo.
Así que si estás considerando llevar un pez dorado a tu hogar, te aconsejamos que lo pienses bien pues al hacerlo deberás asumir la responsabilidad y cuidarlo.
Recuerda que aunque sea pequeño, si lo liberas en cualquier lago o rió podrías causas grandes problemas.
Fuente: CNN