A mediados de 2016, Cameron Underwood quiso suicidarse y se disparó en el rostro. A pesar del impacto, el joven sobrevivió, pero su cara quedó deformada: su mandíbula, su paladar, sus dientes y su nariz quedaron destrozados.
Y a pesar de que se realizó una primera cirugía (que no tuvo éxito) para reconstruir su cara, la vida de Cameron comenzó a cambiar a principios de este año, cuando se realizó un trasplante de cara revolucionario.
Underwood recibió el rostro de William Fisher, un joven de 23 años que murió en la víspera del último año nuevo. La cirugía duró 25 horas y contó con más de 100 médicos y la última tecnología.
Casi un año después de este hecho, este jueves Cameron y el doctor que lo operó, el cirujano Eduardo Rodríguez, dieron una conferencia de prensa donde mostraron la impactante evolución del paciente.
«Aunque todavía me estoy recuperando y recuperando la sensación y la movilidad, sobre todo con mis labios, todavía estoy muy feliz con los resultados. Tengo una nariz y una boca, así que puedo sonreír, hablar y comer alimentos sólidos de nuevo», señaló Underwood.