La actriz Felicity Huffman se declarará culpable el lunes por pagarle a una persona para que manipulara el examen de admisión universitaria de su hija, un escándalo de gran alcance en el que padres adinerados utilizaron sobornos y fraudes para asegurar vacantes en prestigiosas instituciones de EE.UU.
La exestrella de la serie de televisión «Desperate Housewives» emitirá la declaración ante un tribunal federal de Boston por el cargo de conspiración por pagar 15.000 dólares para que alguien corrigiera en secreto las respuestas del examen SAT de ingreso a la universidad de su hija.
Huffman es una de las 50 personas acusadas de participar en un esquema de fraudes. Padres acaudalados pagaron 25 millones de dólares para sobornar a entrenadores para que ayuden a sus hijos a obtener un lugar en universidades como Yale, Georgetown o la Universidad de California del Sur.
El caso involucró también a William “Rick” Singer, un consultor de admisiones universitarias de California, quien se declaró culpable en marzo por cargos de haber facilitado los fraudes.
Por ahora, unas 20 personas han aceptado declararse culpables después de que las autoridades llevaron adelante una serie de arrestos como parte de la “Operación Varsity Blues” el 12 de marzo.
La investigación no ha finalizado.
La agencia Reuters indicó que está previsto que Huffman se declare culpable junto a otro padre acusado en el caso, el empresario de California Devin Sloane, quien, según los fiscales, le pagó a Singer 25.000 dólares para ayudar a su hijo mayor a ingresar a la Universidad de California del Sur. El fraude consistió en presentarlo como jugador de waterpolo.
Las autoridades de educación del gobierno brasileño dijeron el miércoles que planean reducir en un 30% el presupuesto para las universidades federales.
Tres de las mejores universidades del país serían objeto del recorte, comentó el ministro de Educación Abraham Weintraub al diario O Estado de S. Paulo.
A su vez, el director de estudios superiores del ministerio dijo a una televisora el martes que afectaría a todas las universidades e instituciones federales que estén vinculadas con el ministerio.
Weintraub se ha quejado del activismo político en las escuelas. “La universidad debe tener un excedente de dinero para hacer tanto alboroto y organizar eventos ridículos”, manifestó el martes.
El presidente Jair Bolsonaro tuiteó recientemente que los fondos para los estudios de sociología y filosofía podrían ser eliminados.
Las autoridades universitarias dijeron que los recortes podrían afectar a las becas, los servicios y el mantenimiento de las instituciones.
Por su parte, las autoridades gubernamentales han dicho que quieren erradicar la “ideología marxista” de las escuelas./ AP
La estrella de “Full House” (“Tres por tres”) Lori Loughlin y su esposo, el diseñador de modas Mossimo Giannulli, y otros 14 padres recibieron el martes un nuevo cargo de lavado de dinero en el caso de sobornos para conseguir ingreso a algunas de las universidades.
La movida se produjo al día siguiente de que la actriz Felicity Huffman, otros 12 padres y un entrenador acordaran declararse culpables, señalando una intensificación en el caso contra los padres que continúan enfrentando acusaciones.
Loughlin y Giannulli están entre 33 padres prominentes acusados de participar en un ardid que incluyó la manipulación de resultados de pruebas estandarizadas y el soborno de entrenadores deportivos en universidades de prestigio.
Fueron arrestados el mes pasado bajo un cargo único de asociación ilícita para cometer fraude postal y fraude por medios electrónicos. Una imputación añade un cargo de asociación ilícita para lavado de dinero contra la pareja y otros 14 padres.
Los padres están acusados de pagarle al asesor Rick Singer para hacer trampa en las pruebas de admisión de sus hijos y conseguir que sean reclutados por equipos deportivos de escuelas tan prominentes como Georgetown y Yale.
Loughlin y Giannulli están acusados de pagar 500.000 dólares en sobornos para que sus hijas ingresaran a la Universidad de Sur de California como miembros del equipo de remo, aun cuando ninguna de ellas practica este deporte.
La semana pasada ambos comparecieron brevemente en una corte federal en Boston donde no se les pidió que presentaran una declaración de culpabilidad o inocencia. No se han pronunciado públicamente sobre las acusaciones en su contra.
Huffman, de 56 años, actriz laureada con un Emmy por su trabajo en la serie de ABC “Desperate Housewives”, fue acusada de pagarle a Singer 15.000 dólares disfrazados como un donativo para cambiar la nota de su hija en el examen SAT. Ella y otros 12 padres acordaron declararse culpables el lunes.
Los fiscales dicen que buscarán una sentencia de entre cuatro y 10 meses en prisión para Huffman.
En sus primeras declaraciones públicas desde su arresto, Huffman asumió la responsabilidad de sus actos y dijo que aceptaba las consecuencias.
“Mi hija no sabía absolutamente nada de mis acciones, y con mi decisión equivocada y profundamente errada la traicioné. Esta transgresión hacia ella y el público será una carga para mí por el resto de mi vida. Mi deseo de ayudar a mi hija no es excusa para quebrantar la ley o involucrarme en actos deshonestos”, dijo la actriz tras anunciarse que se declararía culpable.
Una universidad privada de Medicina de Tokio manipuló supuestamente durante años los resultados de los exámenes de acceso al centro con el objetivo de admitir a menos mujeres que a hombres, desvelaron hoy los medios japoneses.
El caso está siendo investigado por un gabinete jurídico por encargo del propio centro, que espera contar con conclusiones que esclarezcan la situación en las próximas semanas, según confirmó a Efe un portavoz de la universidad.
El escándalo ha salido a la luz mientras la fiscalía de Tokio investiga al mismo centro por las supuestas presiones ejercidas por un alto cargo del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología para que la universidad admitiera a su hijo bajo la amenaza de retirarle ayudas públicas, un caso también recogido por los medios nipones.
El centro, Tokyo Medical University, comenzó a manipular a la baja los resultados obtenidos por candidatas a cursar los estudios de medicina en 2011, tras observar cómo se incrementaba el número de alumnas que lograban una plaza en 2010.
Ese año, el 40 por ciento de las nuevas alumnas de esta universidad privada fueron mujeres, el doble que el año anterior.
Desde entonces, el consejo de administración del centro aplicó criterios más restrictivos a la hora de evaluar a mujeres en los exámenes de acceso para mantener el porcentaje de alumnas en torno al 30 por ciento del total de nuevos estudiantes, según recoge el diario Yomiuri, que cita fuentes anónimas próximas al caso.
En la primera fase de las últimas pruebas de acceso del centro, celebradas el pasado febrero, se presentaron 1.596 hombres y 1.018 mujeres, de los cuales aprobaron un 18,9 por ciento y un 14,5 por ciento, respectivamente.
En la segunda y definitiva fase del examen de acceso a la Universidad, el 8,8 por ciento de los candidatos resultaron admitidos frente a solo el 2,9 por ciento de las candidatas, según los propios datos del centro.
El motivo detrás de la manipulación sería la idea de que los hombres son más adecuados para desempeñar la profesión médica debido a que las mujeres japonesas suelen dejar de trabajar al casarse y tener hijos, según el rotativo Yomiuri.
En Japón aproximadamente la mitad de las mujeres abandona definitivamente su trabajo tras ser madres, debido a factores socioculturales y a las dificultades para conciliar vida familiar y profesional en este país asiático.
El Gobierno ha puesto en marcha la estrategia «Womenomics» para promover una mayor participación laboral femenina, pero el país continúa con una notable brecha salarial entre sexos y con una ínfima presencia de mujeres entre altos cargos de empresas o entre sus representantes políticos. EFE
Directivos de universidades privadas respaldan lo aprobado en la Ley de Educación Superior.
Entre los cambios consta aumentar el plazo para incorporar profesores con PhD y permitirles reinvertir y no cancelar al fisco los valores correspondientes a impuestos.
https://www.youtube.com/watch?v=4fLh9eWZcZ0&feature=youtu.be
Michael Brown, de 17 años, cursa el último año de preparatoria en su natal Houston, texas, Estados Unidos, y como todo joven de su edad postuló para un cupo en la universidad.
Lo que Brown hizo es postular en las 20 mejores universidades de Estados Unidos con la esperanza de que alguna lo aceptara en sus campus.
Es muy conocido el proceso que no todos los jóvenes logran completar y muchos de ellos no consiguen un cupo en las universidades por diferentes circunstancias. Entre el costo y la gran demanda de estudios miles de jóvenes se quedan fuera de seguir sus estudios superiores.
Pero en este caso, como un hecho insólito, las 20 universidades a las que Brown aplicó lo aceptaron. El momento en el que el joven se entera fue registrado en un video por sus amigos.
Michael Brown celebrated his acceptance to Stanford. The 17-year-old from Houston, Texas, applied to 20 of the best universities in the US and was admitted to every single one with a full ride — and $260,000 in add scholarship https://t.co/xj7LPiXwc8 pic.twitter.com/zWf6PIu03Y
— Jameson aka Mr. MADNESS (@TheJamesonShow) 31 de marzo de 2018
Según Yahoo, «Michael entró a universidades como Harvard, Yale, Princeton, Stanford y Georgetown. Gracias a sus aplicaciones, el joven juntó más de US$ 260 mil. «Él quiere ser un ejemplo y una inspiración para otros chicos. Quiere demostrar que si trabajas duro y usas tus recursos puedes hacer lo imposible», dijo su mamá».
Michael Brown se preparó en el programa EMERGE que empodera y alista a los jóvenes para poder conseguir un cupo universitario. La madre del joven dice que confiaba en que su hijo consiga una beca por sus buenas calificaciones, pero que nunca imaginó algo así.
«Michael todavía no sabe a qué universidad quiere ir, pero tiene una idea de cuál va a elegir. No importa donde vaya, él quiere estudiar ciencia política, economía y participar en un equipo de debate. Su gran deseo es ir a la facultad de derecho», publica Yahoo.
En respuesta a la supuesta persecución que dicen sentir las universidades privadas, el director del Servicio de Rentas Internas (SRI) asegura que investiga posibles irregularidades con los fondos de las instituciones educativas que habrían ido a parar en millonarias inversiones en empresas de familiares de los directivos.