Más que una versión más rápida de conectividad móvil en 4G, la velocidad, la confiabilidad, el uso reducido de energía y la conectividad masiva de 5G serán transformadoras para las empresas y la sociedad en general. Si se utiliza en combinación con inversiones en Inteligencia Artificial (IA) y/o el Internet de las Cosas (IoT), se puede utilizar como una plataforma para que las organizaciones estén a la vanguardia maximizando los beneficios de los avances tecnológicos emergentes.
En el estudio Powering Your Tomorrow, PwC cuantifica por primera vez el impacto económico de los usos nuevos y existentes de 5G en servicios públicos, atención médica y social, consumidores, medios y servicios financieros.
Más de la mitad de la economía mundial (530.000 millones de dólares estadounidenses) será impulsada por la transformación de servicios de salud y sociales en los próximos diez años; y una cuarta parte de servicios públicos inteligentes que generan ahorros en energía, agua y gestión de residuos serán beneficiados.
Según Esteban Valencia, Socio líder de Auditoría de PwC Ecuador, “La transformación digital es una realidad, las empresas deben considerar la implementación de 5G dentro de los próximos cinco 5 años, en todas sus estrategias tecnológicas y comerciales para maximizar sus oportunidades; todas las empresas deben agilizar su integración como una prioridad de cara a potenciar su competitividad”.
Los principales desafíos que enfrenta su aplicación en Ecuador son:
- Capacidad de inversión en infraestructura.
- Flexibilidad de la cultura tecnológica del país para la implementación de nuevas tendencias mundiales.
- Planes de servicio de internet / datos exequibles.
Todas las economías incluidas en este estudio revelan que los beneficios se aceleran a partir de 2025, a medida que las aplicaciones habilitadas se generalizan, puesto que 5G ofrece el potencial para repensar modelos de negocios, habilidades, productos y servicios.
El estudio de PwC refleja que el 5G tendrá una incidencia en los nuevos niveles de colaboración, esto significa que las empresas podrán ver, hacer y lograr más. Abrirá nuevas oportunidades de crecimiento y cambio a medida que las organizaciones replanteen y reconfiguren la forma en que operan en el mundo pospandémico.
El alcance potencial de esta tecnología requerirá que las empresas y los gobiernos consideren nuevos enfoques regulatorios, centrándose en cómo se utiliza la tecnología.
El compromiso con las políticas, la transparencia y la confianza pública serán fundamentales.