Capilla ardiente para despedir a los tripulantes del helicóptero siniestrado en Santa Elena

Una capilla ardiente se levantó en la Aviación Naval de Guayaquil, el martes 7 de mayo de 2024, para despedir a los dos tripulantes, que fallecieron en el siniestro de un helicóptero en Santa Elena.

El helicóptero de la Armada, Bell-430 de matrícula HN-407, cayó el lunes 6 de mayo de 2024 y su tripulación falleció, mientras realizaban operaciones planificadas y cubría la ruta Salinas-Guayaquil.

Dos personas murieron por el siniestro de la aeronave. Se trata del piloto CPCB-AV Wilson Andrés Bohórquez Andrade y el copiloto CPCB-AV Jean Elías Ramírez Saltos., quienes tenían más de 15 años de servicio en la institución.

Suspensión de vuelos

La Armada del Ecuador suspendió los vuelos de sus helicópteros hasta esclarecer las causas del siniestro aéreo registrado en Santa Elena. Esta decisión se conoció este miércoles 8 de mayo de 2024.

Esa entidad castrense suspendió las operaciones aéreas de los otros cinco helicópteros Bell 430, es decir los que son del mismo modelo de la aeronave siniestrada.

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Miguel Córdova, comandante general de la Armada, dijo que «se pasará una inspección total de los helicópteros y después de eso se permitirá su operación». El jefe de la Fuerza Naval aclaró que esas aeronaves están destinadas a labores de exploración aeromarítma.

El helicóptero accidentado fue fabricado en 1997 y fue adquirido por la Armada Nacional en 2010. Esa institución también decidió crear una Junta Investigadora de Accidentes, que tendrá un plazo de tres meses para determinar las causas del siniestro.

Según Córdova, esa Junta está conformada por especialistas en el área, por oficiales que han realizado cursos para determinar causas de accidentes aéreos.

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