Unas cien ballenas piloto murieron tras quedar varadas el fin de semana en las remotas islas Chatham, situadas a unos 800 kilĆ³metros de costa sureste de Nueva Zelanda, informaron este miĆ©rcoles fuentes oficiales.
Debido a las dificultades para acceder a la playa West donde se quedaron varados los mamĆferos marinos muertos, 97 ballenas piloto y tres delfines, y otros problemas que afrontĆ³ el operativo, los primeros equipos de rescate no pudieron llegar a tiempo para salvarles la vida, apunta un comunicado del Ministerio de ConservaciĆ³n de Nueva Zelanda.
Ā«Solo 26 de las ballenas estaban vivas en ese momento. La mayorĆa de ellas parecĆan muy cansadas y por ello fueron sacrificadasĀ», explicĆ³ la guardaparques gubernamental Jemma Welsh. AdemĆ”s, agregĆ³ que se temĆa que estos animales iban a ser vĆctimas de los tiburones blancos que podrĆan haber sido atraĆdos por el incidente.
Ballenas sacrificadas
Entre las ballenas piloto (Ā«Globicephala melasĀ») sacrificadas tambiĆ©n se cuentan a otras dos que se quedaron varadas el lunes.
Durante el operativo, representantes maorĆs realizaron el domingo una ceremonia tradicional para rendir homenaje a los espĆritus de las ballenas. Los cadĆ”veres se dejarĆ”n en la playa para que se descompongan de forma natural.
Islas Chatham
Estos hechos son comunes en las Islas Chatham. En 1918 ocurriĆ³ el mayor varamiento registrado cuando unas 1.000 ballenas piloto quedaron atrapadas en ese remoto lugar.
A mediados de octubre, al menos 18 ballenas piloto murieron tras quedarse varadas en las costas de la localidad neozelandesa de Coromandel. Mientras que en septiembre unos 380 ejemplares perecieron en otro varamiento masivo en la isla australiana de Tasmania.
Los cientĆficos aĆŗn no han podido explicar por quĆ© en ocasiones las ballenas se desvĆan de sus rutas y se quedan varadas en aguas de poca profundidad. Se baraja la posibilidad de que se extravĆen atraĆdas por contaminaciĆ³n de ruido o guiadas por un cabeza de grupo desorientado.
Con informaciĆ³n de EFE