CaĆ³tico debate no cambia el panorama electoral de EEUU

Donald Trump y Joe Biden hicieron su primer debate. Y al electorado le dieron escalofrĆ­os.

DespuĆ©s de que los dos candidatos a la presidencia protagonizasen uno de los debates mĆ”s caĆ³ticos de que se tenga memoria, la gente no sabĆ­a cĆ³mo describir el espectĆ”culo sin usar expresiones soeces. Los mĆ”s moderados hablaron de ā€œuna broma absurdaā€, ā€œuna desgraciaā€, ā€œmuy irrespetuosoā€.

ā€œFue algo triste. Triste y lamentableā€, dijo Rickey Hampton, de 54 aƱos, desde la puerta de su departamento de Las Vegas.

Fue otro dĆ­a aciago en un paĆ­s que estĆ” sufriendo una rĆ”pida transformaciĆ³n de su cultura polĆ­tica y divisiones aparentemente irreparables. La Associated Press entrevistĆ³ a votantes de los estados clave y todos dijeron que el debate les habĆ­a provocado un fuerte rechazo. Muchos consideraron a Trump el principal responsable por sus constantes interrupciones violando las reglas del debate.

Nadie, sin embargo, dijo que el debate le habĆ­a hecho cambiar de opiniĆ³n. Por el contrario, todo el mundo dijo que habĆ­a reforzado la visiĆ³n que ya tenĆ­a.

Hampton, quien trabaja en un negocio de venta y alquiler de esmoquins en Las Vegas, dijo que el comportamiento de Trump ā€œno fue digno de un presidenteā€ y que daba la sensaciĆ³n de que le hablaba solo a su base, no a todos los estadounidenses.

La negativa de Trump a condenar a los supremacistas blancos le hizo pensar que votar no basta. Hampton, quien es afroamericano, dijo que tambiƩn hay que alentar a amigos y familiares a que acudan a las urnas, algo que Ʃl normalmente no hace.

ā€œEs una cuestiĆ³n de vida o muerte, Ć©l lo ha dicho claramenteā€, afirmĆ³ Hampton. ā€œEsto es grave. Hay que votar. Esta vez es diferenteā€.

En Wisconsin, Donald Darwin, un hombre blanco de 52 aƱos, opinĆ³ que Trump habĆ­a condenado a los supremacistas blancos ante una pregunta del moderador Chris Wallace.

ā€œDijo exactamente lo que Wallace le pidiĆ³ que dijese. Les dijo que se retirasenā€, expresĆ³ Darwin, un ingeniero de Wautoma.

AdmitiĆ³ que por momentos hubo un descontrol, pero no culpĆ³ de ello a Trump y se mostrĆ³ complacido porque considerĆ³ al mandatario ā€œun luchadorā€.

ā€œEsta elecciĆ³n es increĆ­blemente importante. Si Trump cedĆ­a aunque sea un centĆ­metro, puedes estar seguro de que Biden y la izquierda lo habrĆ­an destrozadoā€, manifestĆ³.

Keith Valentine, un demĆ³crata de 37 aƱos de Las Vegas, dijo que el presidente se comportĆ³ como ā€œun narcisistaā€ y que apagĆ³ el televisor despuĆ©s de ver los primeros diez minutos del debate. ā€œSabĆ­a que iba a ser asĆ­ toda una horaā€.

Valentine dijo que no le gusta la idea de votar por Biden y que no le sorprendiĆ³ lo que habĆ­a visto. IndicĆ³ que no le habĆ­a parecido un espectĆ”culo perverso sino mĆ”s bien ā€œuna pelea entre dos viejos ricosā€.

Perversidad es lo que se siente ā€œcuando uno es negro en Estados Unidos. O de una minorĆ­a. O mujerā€, sostuvo Valentine, quien es afroamericano. ā€œUno lidia con cosas mucho peoresā€.

El debate del martes, en medio de una pandemia, de protestas y desmanes en torno a las injusticias raciales y de otras crisis, ā€œnos hizo ver que algo no funciona aquĆ­, que no funciona para nadaā€, declarĆ³ Amytess Girgis, estudiante de 21 aƱos de la Universidad de Michigan, de Ann Arbor.

ā€œNo sĆ© si estos debates harĆ”n cambiar de opiniĆ³n a alguienā€, expresĆ³ Girgis, quien piensa votar por Biden. ā€œCreo que la gran mayorĆ­a de la gente ya decidiĆ³ por quiĆ©n votarĆ”. El tema es cuĆ”nta gente estĆ” decidiendo si votar o noā€.

Bill Kitz, un republicano de 62 aƱos de Oshkosh, Wisconsin, hablĆ³ desde la puerta de su casa victoriana a pocas cuadras del lago Winnebago. Dijo que votĆ³ por Trump en el 2016 y que ahora lo lamenta. Que ya tenĆ­a decidido votar por Biden, pero que de todos modos el comportamiento de Trump lo tomĆ³ por sorpresa. Lo describiĆ³ como ā€œinapropiadoā€.

ā€œEstoy harto de estas cosas desde hace tiempoā€, dijo Kitz, de 62 aƱos, profesor de educaciĆ³n de la Universidad de Wisconsin de Oshkosh. ā€œPero mi esposa vio el debate y nos pareciĆ³ repugnante el espectĆ”culo de este hombre, a quien se supone que las naciones del mundo deben respetar, despreciando a Biden, sin importar lo que uno piense ni sus aƱos en Washingtonā€.

En el otro extremo del paĆ­s, en Las Vegas, Maria Loomis, de 61 aƱos y quien hace poco se declarĆ³ republicana, dijo que el debate reafirmĆ³ su decisiĆ³n de votar por el presidente.

ā€œDonald Trump no escucha a nadie. Hace lo suyoā€, declarĆ³. ā€œConsigue resultados. Tal vez no siempre sea muy Ć©tico y tampoco es simpĆ”tico. Pero consigue resultadosā€.

Loomis admitiĆ³ que Trump fue a menudo el agresor, pero agregĆ³ que Biden no parecĆ­a tener mucho que decir y que se lo vio dĆ©bil.

DescribiĆ³ el debate como una pelea ā€œentre niƱos en la escuelaā€ y dijo que la polĆ­tica siempre fue asĆ­.

ā€œEl debate no fue un debate. Punto y aparte. Fue un diĆ”logo de sordosā€, acotĆ³.