La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) comenzĆ³ este martes el proceso contra el Estado de Ecuador por el caso de Paola GuzmĆ”n AlbarracĆn, quien habrĆa sufrido violencia sexual por parte de dos funcionarios del colegio pĆŗblico al que asistĆa y que a raĆz de ello se habrĆa suicidado a sus 16 aƱos de edad en el 2002.
El caso es considerado por la parte demandante como emblemƔtico para el continente, pues considera que la Corte IDH tiene la posibilidad de crear jurisprudencia sobre diversos asuntos, entre estos los derechos sexuales y reproductivos de las niƱas y las mujeres.
En la audiencia que se celebra este martes en la sede de la Corte en Costa Rica, el Estado reconociĆ³ parcialmente su responsabilidad en los hechos imputados referidos a la falta de diligencia para investigar y sancionar a los responsables, y la ausencia de medidas de prevenciĆ³n de este tipo de casos.
AdemĆ”s expresĆ³ su voluntad de reparar a la madre de la vĆctima, Petita AlbarracĆn, y a su familia.
Los representantes de la vĆctima valoraron positivamente el reconocimiento de responsabilidad del Estado pero consideran que es insuficiente.
EL CASO
El caso se refiere a la presunta responsabilidad del Estado por la violencia sexual que sufriĆ³ durante dos aƱos la menor Paola GuzmĆ”n AlbarracĆn en el colegio MartĆnez Serrano, a manos del vicerrector y de un mĆ©dico de ese centro educativo, situado en la ciudad de Guayaquil.
La situaciĆ³n de violencia habrĆa conducido a la joven a suicidarse mediante la ingesta de fĆ³sforo blanco, una sustancia sumamente tĆ³xica que para esa Ć©poca era de fĆ”cil acceso, ya que se utilizaba como fuegos artificiales llamados Ā«diablillosĀ».
La demanda interpuesta por la ComisiĆ³n Interamericana ante la Corte, seƱala que el Estado es responsable por la violencia sexual que habrĆa conducido a la muerte de la menor, asĆ como por la falta de diligencia en la investigaciĆ³n que permitiĆ³ que el caso prescribiera.
La madre de la vĆctima, Petita AlbarracĆn, pidiĆ³ a los jueces que hagan Ā«justiciaĀ» y afirmĆ³ que su testimonio es lo Ā«ĆŗltimoĀ» que puede hacer por su hija.
Ā«Ese hombre destruyĆ³ la vida de mi hija y la de mi familiaĀ», afirmĆ³ AlbarracĆn, en referencia al vicerrector del colegio al que asistĆa la joven.
La madre relatĆ³ el momento en que recibiĆ³ la noticia de que su hija habĆa ingerido el fĆ³sforo blanco hasta su muerte en un centro mĆ©dico, y asegurĆ³ que en el centro educativo conocĆan de la violencia sexual que sufrĆa la menor y nadie hizo nada para protegerla.
CASO EMBLEMĆTICO INTERNACIONAL
Alejandra CĆ”rdenas, directora adjunta del Programas Globales del Centro de Derechos Reproductivos, que actĆŗa como representante de la vĆctimas en el proceso, dijo a Efe que este caso es emblemĆ”tico no solo para AmĆ©rica sino que a nivel mundial.
Ā«Este caso va a tener impactos por todo el mundo porque los sistemas de justicia de derechos humanos tienen una deuda pendiente con las mujeres y las niƱas. Esa deuda estĆ” en determinar con claridad que cuando las niƱas y las mujeres tenemos relaciones sexuales que no hemos consentido o con personas que tienen una postura de autoridad e influencia, esas relaciones son abusivasĀ», afirmĆ³ CĆ”rdenas.
La representante explicĆ³ que la Corte Interamericana tiene la oportunidad de establecer estĆ”ndares claros sobre el acoso sexual, la educaciĆ³n sexual y el derecho de las niƱas y mujeres a decidir sobre su cuerpo y su sexualidad.
EL RECONOCIMIENTO ESTATAL Y LO QUE VIENE
La representante del Estado, MarĆa Fernanda Ćlvarez, quien es directora nacional de Derechos Humanos de la ProcuradurĆa de Ecuador, expresĆ³ en la audiencia el reconocimiento de la responsabilidad estatal en cuanto a la falta de diligencia para investigar y sancionar a los responsables y la falta de prevenciĆ³n.
Sin embargo, los representantes de la vĆctima aseguran que ello es insuficiente.
Ā«Nos parece importante que el Estado reconozca que ha sido negligente en la investigaciĆ³n del caso y que fue por negligencia que terminĆ³ prescrito el proceso, pero nos parece preocupante que no haya tenido la misma grandeza para reconocer las otras violaciones, particularmente el acoso sexual, el clima de normalizaciĆ³n, y el grado de tortura que la llevĆ³ al suicidioĀ», comentĆ³ CĆ”rdenas.
Tras la audiencia de este martes, la Corte IDH darĆ” un plazo de un mes a las partes para que presenten sus alegatos finales por escrito, y a partir de entonces podrĆ” emitir una sentencia en los siguientes meses. EFE