Colombia derriba una barrera más para acceder a la eutanasia

Por más de un año, la colombiana Yolanda Chaparro solicitó la eutanasia sin éxito. Aunque fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica —la misma enfermedad que sufrió Stephen Hawking– los médicos negaron su solicitud en mayo de 2020 por considerar que no padecía una enfermedad terminal.

El 25 de junio de 2021, Yolanda, de 70 años, recibió la eutanasia, después de que los médicos finalmente dieron el aval.

“La obligaron a vivir más de un año en ese sufrimiento. Su enfermedad era neurodegenerativa: va dejando paralizado el cuerpo poco a poco, mientras la mente está intacta”, dijo a The Associated Press Lucas Correa, quien fue su abogado y es director de investigaciones de DescLAB, organización que brinda asesoría jurídica a personas que eligen la eutanasia.

Derecho de recibir la eutanasia

La barrera a la que se enfrentó Chaparro acaba de ser derribada por la Corte Constitucional de Colombia a través de un fallo en el que amplió el derecho de recibir la eutanasia a quienes padezcan enfermedades incurables y avanzadas en etapa no terminal.

“En el marco del respeto por la dignidad humana, no puede obligarse a una persona a seguir viviendo cuando padece una enfermedad grave e incurable que le produce intensos sufrimientos y ha adoptado la decisión autónoma de terminar su existencia”, indicó el jueves el alto tribunal en un comunicado.

En Colombia la eutanasia fue despenalizada desde 1997 por decisión de la Corte Constitucional, pero solo fue reglamentada hasta 2015. Desde ese momento, 123 personas en el país han escogido este final para su vida, la mayoría de ellos eran pacientes oncológicos, según el Ministerio de Salud.

El paciente que decida voluntariamente recurrir a la eutanasia puede solicitarla de manera verbal o escrita. Primero deberá ser informado de las distintas alternativas que tiene y una vez tome la decisión podrá desistir de ésta en cualquier momento.

La última resolución del Ministerio de Salud, firmada el 1 de julio de 2021, indica que la decisión debe ser previamente analizada por un comité científico e interdisciplinario compuesto por un médico, un abogado y un psiquiatra o psicólogo clínico.

Hay jurisprudencia al respecto

Pese a que hay jurisprudencia al respecto y reglamentación, la Corte Constitucional le ha ordenado al Congreso desde 1997 legislar sobre la eutanasia para eliminar las barreras que aún existen. Una docena de proyectos han fracasado.

“La Corte sin duda es mucho más garantista y liberal que el Congreso. Sin embargo, el Congreso está cada vez más dispuesto, hay más votación a favor, antes ni siquiera se discutía. En la legislatura pasada solo le faltaron tres votos para pasar en plenaria”, indicó a la AP el congresista liberal Juan Fernando Reyes, quien radicó nuevamente un proyecto pro eutanasia el pasado 20 de julio.

En Colombia, un país de tradición católica y cuyo presidente es de un partido conservador, la eutanasia sigue siendo un tema polémico con fuertes contradictores.

“Me parece lamentable y deplorable que sea la Corte quien decida reglamentar la muerte y no la vida”, dijo a la prensa el viernes la representante Margarita Cabello, miembro del partido de gobierno Centro Democrático. “Degrada la condición de médicos, desconoce el juramento hipocrático, que es claro en que el médico jamás puede reusar a defender la vida”, agregó.

Los médicos pueden recurrir a la objeción de conciencia como individuos, pero solo aplica para aquellos que tengan que realizar el procedimiento eutanásico, así lo indica la normativa.

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Oswaldo Borráez, presidente del Tribunal de Ética Médica y del Colegio Médico de Bogotá, explicó a la AP que considera que el fallo de la Corte está “bien orientado”. “Nos habíamos olvidado de un grupo poblacional importante que presenta tanto sufrimiento frente a enfermedades que no son terminales. Tenemos pacientes con traumas severos, muerte cerebral y que duran mucho tiempo en un ventilador sin que tengan ninguna proyección hacia una calidad de vida”, indicó el cirujano.

Aunque Yolanda terminó su vida según su voluntad, su batalla jurídica continúa. Un año antes de morir interpuso ante la Corte Constitucional una acción de tutela -mecanismo para reclamar la protección de derechos fundamentales- en la que pedía acceder a una muerte digna sin que se le impusiera tener una enfermedad terminal, por lo que es posible que la sentencia se conozca en los próximos meses, según su abogado.

“La lucha continúa porque no se trata únicamente de Yolanda, sino de cualquier otra persona que en el futuro pudiera encontrarse en las mismas circunstancias”, aseguró Correa.