Un año de la llegada de la Covid-19 a América Latina

América Latina vio hace un año cumplir sus peores presagios: un brasileño que llegó de Italia daba positivo en Sao Paulo por covid-19. Aquel 26 de febrero de 2020 saltaron las alarmas en la región donde los sistemas de salud son más frágiles que en Europa.

Desde entonces, 21 millones de latinoamericanos se han contagiado y casi 700.000 han muerto. A la par, la debacle económica amenaza con lastrar los avances conseguidos y el futuro de la región. Según proyecciones del Fondo Monetario Internacional, América Latina y el Caribe experimentaron una contracción del 7,4% en 2020.

La llegada de las primeras vacunas ofrece esperanza. Pero la desigualdad en el acceso a más lotes, el reto logístico y la lentitud en su distribución, además de la corrupción, invitan a la precaucación.

Además, las nuevas variantes evidencian que el virus está lejos de controlarse en la región epicentro mundial de la pandemia.

«Quiero enfatizar que ciertamente no estamos fuera de peligro», aseveró este miércoles la directora general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne.

LOS PERDEDORES DE LA PANDEMIA

El impacto de un año con Covid-19 se cebó sobre todo «en las mujeres, los alumnos pobres, en la clase media, gente con comorbilidades y la gente mayor. Esos son los grandes perdedores» en la región, advierte a Efe el gerente del Sector Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Marcelo Cabrol.

Centroamérica tuvo que hacer frente a la crisis sanitaria y al embate de los huracanes Eta e Iota en octubre y noviembre, con gente en refugios sin poder aislarse.

Los nuevos casos han disminuido drásticamente en Uruguay pero en Brasil, Colombia y Ecuador tal disminución ha sido menos sustancial. Apenas se registra una bajada de alrededor del 4%.

LA ESPERANZA DE LA VACUNA

Pero la esperanza se abre paso con la llegada de las vacunas. El primer país en recibirlas fue México, con un cargamento de Pfizer, y el más reciente ha sido Uruguay, la noche de este jueves, con un cargamento de la farmacéutica china Sinovac de 192.000 dosis. Chile encabeza la región en vacunas administradas con 3 millones de vacunados.

Los retos son la corrupción y la desconfianza en las instituciones, tras los escándalos en Perú, con cerca de 400 funcionarios y políticos vacunados en secreto, también han saltado alertas en Chile o Argentina.

Se le suma el impacto de una fuerte desigualdad en el acceso de las vacunas contra la Covid-19. Ya varios países han manifestado su preocupación por la lentitud y trabas de las farmacéuticas, así como del mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para entregar las vacunas.

Una mala gestión que amenaza con reavivar los ánimos de los latinoamericanos, porque «las expectativas de la gente son tener el mismo trato que los ciudadanos del norte» que esperan que para julio y agosto sus economías y escuelas vuelvan a la normalidad, pero sin embargo en América Latina,»no se va a llegar a eso», explica Cabrol.

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