Diego Costa hallado culpable de evasión fiscal

El futbolista del Atlético de Madrid Diego Costa, fue sentenciado a seis meses de prisión por fraude fiscal en España.

Sin embargo, Costa ha aceptado el pago de una multa de 543.0000 euros para evitar ir a prisión.

El futbolista reconoció un fraude a Hacienda por más de un millón de euros en el impuesto de renta 2014. Trascendió que dicha deuda ya se saldó en agosto de 2019.

El juicio contra Diego Costa terminó con un acuerdo de conformidad que sustituye la prisión por pago de multa.

La Fiscalía llegó a este acuerdo después del pago que Diego Costa hizo el 8 de agosto del 2019. El pago asciende a 1.142.888 euros para hacer frente a la deuda tributaria, además de haber reconocido los hechos.

De esta forma la sentencia recogerá los hechos relatados por el Ministerio Público en su escrito de acusación.

Así ocurrió la evasión

Según Diego Costa el 5 de agosto de 2013 suscribió contrato federativo de trabajo de futbolista profesional con Atlético de Madrid. Este tenía vigencia hasta el 30 de junio de 2018.

El 13 de junio de 2014 formalizó con el club un documento de liquidación de saldo y finiquito de ese contrato. En camino estaba su transferencia al Chelsea de Londres. Doce días más tarde ambas entidades acordaron el traspaso del jugador.

El 1 de julio Costa firmó contrato de trabajo con Chelsea con vigencia hasta el 30 de junio de 2019 y una retribución de 10.021.000 euros por temporada.

Agrega que «con el fin de cumplir con este contrato el acusado trasladó su residencias a Reino Unido el 20 de julio de 2014. Tenía, por tanto, la condición de residente fiscal en España en ese ejercicio con las obligaciones tributarias correspondientes».

Destaca que cuando el 30 de junio de 2015 Diego Costa presentó la declaración del IRPF correspondiente al ejercicio 2014. «Movido por un ánimo de obtener un beneficio fiscal ilícito, omitió en sus rendimientos de trabajo el importe correspondiente a las retribuciones satisfechas por el Chelsea, que ascendía a 5.150.622 euros, sabedor de que estaban sujetos a retribución en España».

También omitió «1.371.098 euros por la explotación de sus derechos de imagen, directamente por él o a través de la sociedades Sertora Investments Ltd., Chaland Limited y Stylebright Limited, interpuestas con el fin de hacer opacos esos beneficios».

Respecto a las «aparentes cesionarias de los derechos de imagen» señala que Diego Costa «ostentó el control de Sertora, siendo su beneficiario efectivo y cediendo sus derechos a Chaland y ésta Stylebright, cuyo único accionista era el acusado».