El Salvador declara alerta roja ante la proximidad de Iota a Centroamérica

El Gobierno de El Salvador declaró este lunes alerta roja en todo el país ante la proximidad a Centroamérica del huracán Iota, que esta mañana adquirió la categoría 5, la máxima en la escala Saffir Simpson.

«Se declara alerta roja en todo el territorio, ante el inminente impacto que generará el huracán Iota en nuestro país», anunció el ministro de Gobernación, Mario Durán.

El cambio de alerta se da poco después de que Durán anunciara la alerta naranja (vigilancia), con la que se activa en todo el país el sistema de Protección Civil y las instituciones pueden destinar su presupuesto para atender la emergencia.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU., en su boletín de las 15.00 GMT, informó que el huracán presenta vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora (160 m/h) en su ruta hacia el noreste de Nicaragua y el este de Honduras, que están bajo aviso de huracán y donde se espera toque tierra esta noche.

«Se prevé que Iota siga siendo un catastrófico huracán de categoría 5 cuando se acerque a Centroamérica esta noche», señaló el NHC, que advierte de lluvias extremas, catastróficos vientos y una peligrosa subida de la marea en esa región que este mismo mes recibió el impacto del fenómeno tropical Eta.

Eta, que tocó Centroamérica como huracán, dejó unas 1.890 casas destruidas, otras 8.030 con daños parciales al menos 130 muertos y 119 desaparecidos, según cálculos oficiales.

El Salvador dispuso de 1.152 albergues en distintas partes del país y de unas 112.000 personas, entre empleados estatales y socorristas voluntarios, para atender la emergencia por Eta.

Se espera que Iota dejé en El Salvador, según el NHC, entre 100 y 200 milímetros de lluvia en los próximos días y hasta 300 milímetros de forma aislada.

Hasta ahora ha habido 30 tormentas tropicales con nombre, de las cuales 13 han sido huracanes y, de estos, 6 han sido mayores.

Queda hasta el 30 de noviembre para que se acabe oficialmente la temporada de huracanes en el Atlántico.

EFE