Estudio encontró que el riesgo de desarrollar cánceres se redujo hasta en un 60%

Científicos de las universidades de Leeds y Newcastle en el Reino Unido, condujeron un estudio en el que dieron a personas con un alto riesgo hereditario de cáncer una dieta rica en almidón resistente, que abunda en la fruta cuando no está madura, como las bananas verdes, y que es una forma de carbohidrato, también presente en alimentos como la avena.

Los resultados mostraron que la dieta redujo a más de la mitad el riesgo de padecer algunas formas de la enfermedad.

Pacientes con trastorno genético

El estudio analizó a casi 1,000 pacientes con síndrome de Lynch, un trastorno genético que predispone a una serie de cánceres. Se cree que unos 200,000 británicos padecen esta enfermedad genética, aunque menos del 5% saben que son portadores.

Todos los participantes recibieron una dosis diaria de almidón resistente, equivalente a una banana sin madurar, durante una media de 2 años.

Clave contra cánceres difíciles de detectar

Los expertos británicos han descubierto que el almidón resistente que se encuentra en las bananas verdes, ayudó a reducir el riesgo de cánceres en personas con una alta predisposición genética

Este efecto protector fue especialmente intenso en el caso de los cánceres del tracto gastrointestinal superior, incluidos los de esófago, estómago, tracto biliar, páncreas y duodeno, que pueden ser difíciles de detectar.

Se observó que la protección duró 10 años después de que las personas dejaran de tomar el suplemento y los expertos esperan que los hallazgos puedan ser también beneficiosos para la población en general, no solo para las personas con síndrome de Lynch.

El profesor John Mathers, experto en nutrición humana de Newcastle, declaró: “Hemos comprobado que el almidón resistente reduce una serie de cánceres en más de un 60%”.

El estudio se publicó en la revista Cancer Prevention Research.

Las diferencias en el consumo de almidón

Entre 1999 y 2005, casi 1,000 participantes empezaron a tomar diariamente almidón resistente en polvo durante dos años o un placebo.

Al final de la etapa de tratamiento, no se observaron diferencias generales entre los que habían tomado almidón resistente y los que no.

Sin embargo, el equipo de investigación previó un efecto a más largo plazo y diseñó el estudio para un seguimiento posterior.

En el periodo de seguimiento, solo se produjeron cinco nuevos casos de cánceres del tracto gastrointestinal superior entre los 463 participantes que habían tomado el almidón resistente, frente a los 21 de los 455 que tomaron el placebo.

El efecto fue más evidente en la parte superior del intestino”.

Esto es importante, ya que los cánceres del tracto gastrointestinal superior son difíciles de diagnosticar y a menudo no se detectan a tiempo”.

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Fuente: DW / EDNY