La historia de una familia canadiense ha conmovido en redes sociales. Edith Lemay y Sebastien Pelletier decidieron recorrer el mundo junto a sus cuatro hijos antes de que tres de ellos pierdan la visión por una extraña enfermedad genética.
Su hija Mia fue diagnosticada con retinosis pigmentaria, una rara condicón genĆ©tica que provoca la pĆ©rdida o disminución de la visión, cuando tenĆa apenas tres aƱos. Luego, sus otros hijos Colin y Laurent, de siete y cinco aƱos respectivamente, tuvieron los mismos sĆntomas y se confirmó que tambiĆ©n padecian de la misma enfermedad.
Solo uno de sus hijos, Leo, no padece esta enfermedad genƩtica, que en la actualidad no tiene cura o tratamiento eficaz.
«No hay nada que puedas hacer, realmente. No sabemos cuÔn rÔpido avanzarÔ, pero prevemos que se quedarÔn completamente ciegos en la mediana edad«, contó Lemay a CNN.
LAS MEJORES Y MĆS BELLAS IMĆGENES
Tras procesar y aceptar la noticia, la pareja, que lleva mÔs de 12 años de casados, centró su atención en ayudar a sus hijos y crear «recuerdos visuales» de una forma muy especial en cada uno de ellos.
Ā«PensĆ©: ‘No voy a enseƱarle un elefante en un libro, voy a llevarla a ver un elefante de verdad (…) Y voy a llenar su memoria visual con las mejores y mĆ”s bellas imĆ”genes que puedaĀ«, manifestó su madre al medio estadounidense.
La familia entera decidió planear un viaje por el mundo durante un aƱo y empezaron a acumular ahorros para concretarlo lo mĆ”s pronto posible. El viaje se pudo llevar a cabo gracias a que la empresa en la que trabajaba Pelletier fue vendida y recibió una compensación económica por las acciones que tenĆa a su nombre.
La intención de Lemay y Pelletier es que sus hijos conozcan diferentes paisajes y culturas, que le permitan adquirir habilidades para desenvolverse en el trasncurso de su vida.
LA FAMILIA VIAJĆ SIN PLANES
En un inicio tenĆan pensado emprender su viaje en 2020, pero a causa de la pandemia del covid-19 tuvieron que detenerlo. En marzo de 2022 la familia de seis integrantes inició su aventura, con una lista de ciertas experiencias que sus hijos querĆan cumplir, com montar a caballo o beber jugo sobre un camello; pero nada en concreto.
Ā«En realidad nos fuimos sin itinerario. TenĆamos ideas de dónde querĆamos ir, pero planeamos sobre la marcha. QuizĆ” con un mes de anticipaciónĀ», reveló Lemay.
Su primer destino fue Namibia, donde vieron de cerca a elefantes, cebras y jirafas. Luego se dirigieron a Zambia, Tanzania y TurquĆa, donde pasaron un mes. Y posteriomente viajaron a Mongolia e Indonesia.
La situación de la familia es complicada pues las dificultades mientras avanza la enfermedad van complicando el desarrallo en las actividades de los pequños, que apenas estÔn dÔndose cuenta de lo que conlleva esta rara condición genética.