La inspiradora historia de Fernando de la Vera, una mano de obra valiosa

En nuestro segmento Aprendamos de Ellos, Fernando de la Vera, un hombre de 66 aƱos que se dedica a elaborar sillas anfibias para personas con movilidad reducida, nos contĆ³ su historia. Ɖl se ha convertido en una inspiraciĆ³n para muchos.

Lo conocen como ‘El CapitĆ”n’ pero no precisamente por su pasado militar en Estados Unidos, sino por su liderazgo laboral.

Fernando perdiĆ³ su mano derecha hace cuatro aƱos en un trĆ”gico accidente. RecibiĆ³ una descarga elĆ©ctrica que puso su vida en riesgo. PasĆ³ cinco meses en el hospital y se sometiĆ³ a ocho operaciones.

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Ā«Los lĆ­mites solamente los pone el cerebro. Yo puedo hacer todo lo que me propongo. Si yo puedo, tambiĆ©n lo puden hacer las otras personas con discapacidadĀ», manifiesta con una sonrisa.

Por ello, transformĆ³ su dolor en servicio. Actualmente, Fernando de la Vera labora en el Centro TĆ©cnico de Personas con Discapacidad ubicado en la vĆ­a a la Costa en Guayaquil, donde se encarga de la planificaciĆ³n, diseƱo y construcciĆ³n de sillas anfibias utilizadas por personas con movilidad reducidad.

Uno de los momentos que mĆ”s recuerda y que le trae mucha satisfacciĆ³n es cuando entregĆ³ las primeras sillas en playa Varadero, ubicada en Posorja. En este balneario presenciĆ³ la felicidad un niƱo de 12 aƱos al poder disfrutar del mar.

Fernanado asegura que Dios le dio una segunda oportunidad de vida para ayudar a las personas que se encuentran en sus misma condiciĆ³n. Ā«Sin problemas y siempre para adelanteĀ», es el mensaje de ‘El CapitĆ”n’ para las personas.