¿La cloroquina es un tratamiento contra la COVID-19 ?

¿Qué es la cloroquina?

Se trata de un antipalúdico utilizado desde hace varias décadas contra la malaria, un parásito transmitido por un mosquito.

Se conoce bajo varios nombres comerciales según los países y fabricantes: Nivaquine y Resochin, por ejemplo. 

Existe un derivado, la hidroxicloroquina, para las enfermedades articulares de origen inflamatorio.

Una sobredosis puede resultar peligrosa y los médicos desaconsejan tomarla sin receta previa. 

¿Qué se sabe de sus efectos sobre el coronavirus?

A mediados de febrero, los investigadores chinos afirman haber obtenido resultados positivos en ensayos clínicos con cloroquina , entre un centenar de enfermos de COVID-19.

Pese al número reducido de pacientes y la falta de detalles sobre la metodología y los resultados de este estudio, el doctor francés Didier Raoult, director del Instituto y Hospital Universitario de enfermedades infecciosas de Marsella y reputado experto en la materia, retomó en Francia estos trabajos .

Ensayos en varios países

El doctor Raoult probó la cloroquina en pacientes de su centro hospitalario, con resultados positivos, según su equipo, los resultados en base a los ensayos en una veintena de enfermos.

Estos recibieron Plaquenil – nombre en Francia de la hidroxicloroquina – y algunos en función de sus síntomas, tomaron además el antibiótico azitromicina.

A nivel europeo, el domingo se realizó un ensayo clínico bautizado Discovery en varios países para probar cuatro tratamientos experimentales, incluido el hidroxicloroquina, un ensayo que «incluye al menos 800 pacientes franceses aquejados de formas severas de COVID-19».

En Estados Unidos, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), que supervisa la publicación de los medicamentos, anuncia un «ensayo clínico amplio», recordando que su papel era de los productos son seguros y reconocidos.

La Organización Mundial de la Salud «condenó» este lunes «el uso de medicamentos sin pruebas de su eficacia», advirtiendo contra las «falsas esperanzas», en una clara difusión al estudio confirmado por el doctor Raoult.

La OMS enumera el hecho de que se lleva a un cabo entre un número reducido de pacientes, que tanto el grupo que recibió el medicamento como el que no fueron elegidos por sorteo y que médicos y pacientes supieran quiénes fueron quienes recibieron.