Miles de fieles catĆ³licos de Ecuador volvieron a participar, luego de dos aƱos de pandemia, en multitudinarias procesiones de Viernes Santo.
En las que agradecieron por haberse salvado del Covid-19 cargando enormes cruces y arrastrando cadenas.
En Quito, donde se venera la imagen de JesĆŗs del Gran Poder, hombres y mujeres vestidos de cucuruchos -personajes que visten tĆŗnicas moradas y grandes conos sobre sus cabezas- recorrieron las calles del centro histĆ³rico al ritmo de cĆ”nticos religiosos y marchas fĆŗnebres.
Para cumplir una promesa, Marjorie de PĆ©rez se uniĆ³ por primera vez este aƱo a la procesiĆ³n, en la que se estima participan unas 250.000 personas.
Ā«En la pandemia mi esposo casi se va, le prometĆ a nuestro SeƱor del Gran Poder que iba a estar aquĆ despuĆ©s de que le diera la saludĀ», contĆ³ la mujer de 43 aƱos.
Como ella, Susana Panchi, de 62 aƱos, acudiĆ³ a la caravana por dĆ©cimo aƱo para pedir por su bienestar y el de su familia.
Ā«Vengo luchando contra mi cĆ”ncer y agradezco a mi Dios por mi saludĀ», seƱalĆ³ Panchi, agregando que Ā«Dios mediante no me ha cogido ese covidĀ».
Guayaquil
Las procesiones tambiƩn volvieron a Guayaquil , uno de los primeros focos de la pandemia en AmƩrica Latina.
En este puerto del suroeste del paĆs los feligreses recrearon el viacrucis en la procesiĆ³n de Cristo del Consuelo, una imagen que convoca a unas 500.000 personas.
Siete de cada diez de los 17,7 millones de ecuatorianos se identifica con la religiĆ³n catĆ³lica.
Tras dos aƱos de pandemia, que deja unos 866.000 contagiados y 35.500 muertos en el paĆs, el gobierno ecuatoriano resolviĆ³ suspender las restricciones de aforo impuestas para contener los contagios ante la baja tasa de positividad de las pruebas.
Sin embargo, mantiene la obligatoriedad del uso de mascarilla y el distanciamiento social.