Precios de objetos coleccionables se van a las nubes en Estados Unidos

Los estadounidenses estĆ”n obsesionados con objetos coleccionables, lo cual ha elevado los precios de tarjetas, juegos de video y otros recuerdos de su adolescencia. El frenesĆ­ ha generado pequeƱas fortunas para algunos, pero tambiĆ©n una profunda frustraciĆ³n para aquellos que aĆŗn disfrutan de los juegos y el intercambio de tarjetas como pasatiempo.

Algunos de los objetos mĆ”s codiciados ā€” a veces incluso peleados ā€” son las reliquias de la infancia de los millennials. Entre ellos estĆ”n tarjetas como Charizard Pokemon y Magic: The Gatheringā€™s Black Lotus, ademĆ”s de cartuchos de juegos de Super Mario Bros., de Nintendo. Algunas tarjetas se estĆ”n vendiendo por centenares de miles de dĆ³lares y un cartucho en perfecto estado de Super Mario se vendiĆ³ recientemente por 2 millones.

No se trata solamente de coleccionistas oportunistas que tratan de capitalizar el brote de nostalgia desatado por la pandemia. Todo el mundo parece estar buscando provecho.

Las empresas dueƱas de franquicias como Pokemon estĆ”n lanzando nuevas ediciones. Personalidades de la internet las estĆ”n vendiendo y acumulando dinero por publicidad. Las compaƱƭas que les dicen a los coleccionistas cuĆ”nto valen sus posesiones estĆ”n realizando negocios sin precedentes ā€” y al menos en un caso recibiendo respaldo financiero de una prominente firma privada de inversiones deseosa de entrar en el juego.

Aunque algunos coleccionistas solo ven signos de dĆ³lares, otros se quejan de la ruptura de sus comunidades. Los jugadores que desean regresar al juego persona con persona tras la pandemia no pueden encontrar las piezas que quieren. Si las piezas estĆ”n disponibles, los precios se han disparado astronĆ³micamente. Los crĆ­ticos de los altos precios son ahora hostigados por aquellos que consideran las tarjetas, libros de historietas y juegos de video algo similar a una carpeta de acciones.

ā€œLos precios estĆ”n subiendo y el acceso estĆ” bajandoā€, dijo Brian Lewis, que opera un canal en YouTube bajo el nombre Tolarian Community College.

La fiebre de coleccionables ha sido alimentada en parte por un ciclo de personalidades de YouTube que impulsan el bombo de los coleccionables y al aumento de los precios. Se pude llevar a grandes ingresos, pues los ejecutivos de publicidad notan el frenesĆ­ entre los seguidores de las personalidades.

Con mĆ”s de 23 millones de subscriptores, Logan Paul hizo varios videos en los que Ć©l simplemente abre cajas de tarjetas clĆ”sicas de Pokemon, dando bombo a los precios que Ć©l pagĆ³ y atrayendo millones de visitas a su canal. La personalidad australiana de YouTube Michael Anderson, apodado UnlistedLeaf, ha atraĆ­do millones de visitas con videos similares.

ā€œPudiera ser una industria pujante, pero es un negocio grande. Las marcas quieren llegarles a esas audienciasā€, dijo Justin Kline, cofundador de Markerly, una agencia de marketing de influencers. Basado en las mĆ©tricas usuales de la industria, Ć©l estima que Anderson gana hasta 500.000 dĆ³lares en ingresos por publicidad con los videos de desempaque, mientras que Logan Paul pudiera estar ganando hasta seis dĆ­gitos por video.

La alharaca ha llevado a los coleccionistas a tratar de determinar si sus tarjetas de Pikachu, Charizard, Mox Emerald o Ancestral Recall valen una fortuna. Para hacerlo, acuden a servicios de calificaciĆ³n, que se han visto inundados por pedidos.

El servicio de calificaciĆ³n Beckettā€™s ha dejado de aceptar tarjetas a menos que el cliente estĆ© dispuesto a pagar 250 dĆ³lares por pieza por su acelerado servicio, usualmente reservado para los objetos mĆ”s caros. El tiempo de procesamiento para los servicios bĆ”sicos es de mĆ”s de un aƱo, dice la compaƱƭa.

En respuesta a la demanda rĆ©cord, las compaƱƭas estĆ”n lanzando nuevas versiones de los juegos, incluyendo productos especiales que tienen precios elevados. Si el auge es sostenible, al menos en lo que se refiere a precios, no se sabe. Otras novedades como Beanie Babies o Pogs se dispararon en los noventa, pero se desplomaron mĆ”s tarde, dejando a los coleccionistas con un montĆ³n de basura invendible. Las tarjetas de Pokemon y Magic han existido por dĆ©cadas y han registrado aumentos del interĆ©s varias veces.

Mientras, las compaƱƭas de subastas y de calificaciĆ³n estĆ”n ganando fortunas en la especulaciĆ³n.

Brian Lewis produce varios videos por semana con el sobrenombre ā€œThe Professorā€ con esperanzas de enseƱarles a jugadores nuevos y veteranos sobre su pasatiempo favorito: Magic: The Gathering. Con mĆ”s de 600.000 subscriptores, comenta ademĆ”s sobre el estado del juego, particularmente los precios, tanto en el mercado secundario (tarjetas compradas en tiendas) como los precios que las compaƱƭas cobran por productos como Magic.

ā€œMe preocupa profundamente que esa alza de precios tenga un impacto en el acceso de la persona promedio al juegoā€, dijo. ā€œExiste una clase creciente de inversionistas en Magic y pienso que eso no estĆ” teniendo un impacto positivoā€.

Pero la fiebre va mĆ”s allĆ” de las tarjetas. La Casa de la Moneda de Estados Unidos lanzĆ³ meses atrĆ”s una colecciĆ³n del 100mo aniversario del dĆ³lar Morgan de plata, considerado por los coleccionistas de monedas como uno de los diseƱos mĆ”s hermosos existentes. El producto se agotĆ³ en minutos.

Hace tres semanas, un cartucho o abierto de Super Mario Bros. para el the Nintendo Entertainment System se vendiĆ³ por 2 millones de dĆ³lares, lo que le hace el juego de video mĆ”s caro que se haya vendido. Unas semanas antes, un cartucho de Super Mario 64 se vendiĆ³ por 1,6 millones, entonces un rĆ©cord. Un cartucho en perfecto estado de Legend of Zelda, de Nintendo, de 1987, se vendiĆ³ por 870.000 dĆ³lares en abril.

Algunos miembros de la comunidad de coleccionistas de juegos de video han cuestionado si los precios han sido exagerados por la participaciĆ³n de terceras partes como Rally, que vende ā€œaccionesā€ en coleccionables.

Mientras tanto, la comunidad de tarjetas estĆ” registrando sus propios aumentos de precios y los jugadores tratan de encontrar piezas codiciadas para su colecciĆ³n.

Una tarjeta en condiciĆ³n perfecta del primer set de Black Lotus from Magic: The Gathering, conocido como Alpha, se vendiĆ³ en enero por mĆ”s de 150.000 dĆ³lares. Ese es mĆ”s del doble del conseguido por una tarjeta similar seis meses antes, en julio del 2020.

Austin Deceder, de 25 aƱos, mayormente compra y vende tarjetas en Facebook y Twitter como intermediario entre jugadores que quieren deshacerse de sus juegos y nuevos jugadores. Deceder, residente de Kansas City, viaja ahora por todo el paĆ­s comprando colecciones, como trabajo a tiempo completo, equilibrando su disfrute del juego con su participaciĆ³n financiera.

Deceder tenĆ­a una tarjeta usada de Black Lotus que dice vendiĆ³ por 7.000 dĆ³lares en septiembre del 2020. ā€œAhora el precio de la misma tarjeta ha aumentado al dobleā€.

No son solamente las tarjetas ultra raras que registran una inflaciĆ³n. Por ejemplo, la tarjeta de Magic: The Gathering llamada ā€œRagavan, Nimble Pilfererā€, ampliamente disponible, que muestra a un mono con espejuelos, se vendĆ­a por 30 dĆ³lares a inicios del verano, Ahora el precio se acerca a i90 dĆ³lares, dice Deceder, al abrirse la mayorĆ­a de las tiendas de juegos tras la pandemia.

ā€œAhora que la gente puede jugar en persona, los precios suben de nuevo, dijo.

No todo el mundo estĆ” contento. Algunos entusiastas dicen que el frenesĆ­ ha hecho aflorar lo peor de los fanĆ”ticos y los especuladores. Eso es muy evidente entre los coleccionistas de tarjetas de Pokemon, con su lema: ā€œTienes que capturarlos todosā€.

La fiebre de Pokemon comenzĆ³ a finales del aƱo pasado cuando Logan Paul hizo sus primeros videos de desempaque, que llevaron a otros creadores de contenido en la internet a hacer videos similares y a los coleccionistas a elevar precios en tarjetas nuevas y clĆ”sicas, dijo Lee Steinfeld, un coleccionista veterano de 34 aƱos residente en Dallas que hace videos bajo el sobrenombre Leonhart.

ā€œAhĆ­ fue que las cosas se dispararonā€, dijo.

Desde entonces, los paquetes de tarjetas de Pokemon se han agotado en las tiendas de hobby y las grandes tiendas minoristas. Han estallado peleas a puƱetazos, lo que ha forzado a cadenas como Target a restringir el nĆŗmero de paquetes que puede adquirir cada cliente. La Pokemon Company dice que estĆ” tratando de imprimir la mayor cantidad de tarjetas posibles para satisfacer la demanda.

ā€œBĆ”sicamente toda la comunidad de Pokemon se ha deterioradoā€, dijo Shelbie, una creadora de videos de Pokemon bajo el sobrenombre Frosted Caribou en YouTube.

Aunque la mayorĆ­a del contenido de Shelbie cosiste de desempaques y discusiones sobre prĆ³ximos productos, uno de sus videos mĆ”s populares se centra en los problemas de la comunidad de coleccionistas de Pokemon desde el estallido del frenesĆ­ el aƱo pasado. Shelbie, que declinĆ³ dar su apellido por temor a hostigamiento, dijo que acosos previos han provenido de algunos d ellos mayores coleccionistas, especialmente cuando ella habla de precios.

Este aƱo, Pokemon va a lanzar un set para celebrar su 25to aniversario. Aunque tƭpicamente un set de aniversario atrae el interƩs de todo coleccionista, Shelbie dice que esta vez tiene dudas.

ā€œEl set va a ser increĆ­ble. Va a ser tambiĆ©n imposible de obtener. Va a ser horrible, de hechoā€, dice.

Pero el aumento de interƩs ha sido bueno para compaƱƭas en Wall Street.

La divisiĆ³n de Hasbro Wizards of the Coast produce el juego ā€œDungeons & Dragonsā€, aparte de Magic: The Gathering. Wizards reportĆ³ ingresos de 406 millones de dĆ³lares en el segundo trimestre, mĆ”s del doble de un aƱo antes. Los ejecutivos de Hasbro les dijeron a los inversionistas en julio que muy pronto subirĆ”n los precios. Wizards ha introducido paquetes especiales de tarjetas con piezas difĆ­ciles de conseguir, los cuales se venden a precios cinco veces el de los paquetes regulares.

El gigante de inversiones Blackstone adquiriĆ³ por 500 millones de dĆ³lares en julio una participaciĆ³n importante en Certified Collectibles Group, una compaƱƭa que califica objetos coleccionables, como tarjetas. La compaƱƭa ha aumentado al doble su nĆŗmero de empleados desde el aƱo pasado y va a comprar 30.000 pies cuadrados (2.787 metros cuadrados) en espacio adicional para oficinas, dijo su presidente Max Spiegel.

No se sabe si eso es bueno o no para los jugadores que han participado desde hace aƱos en esos pasatiempos. Los coleccionistas establecidos casi seguramente ganarƔn dinero en el futuro, pero aquellos que han ingresado recientemente a esas comunidades pudieran estar adquiriendo tarjetas sobrevaluadas promovidas por quienes se benefician mƔs, dicen lƭderes de las comunidades. No es muy diferente de la avalancha en el mercado de valores que hizo dispararse los precios de GameSop y otras acciones este aƱo.

ā€œExiste ahora una subcultura que usa Pokemon como un mercado de valores. No sĆ© cĆ³mo esas personas puedan decir frente a la comunidad que es algo saludableā€, dijo Shelbie.