Unos 11.000 presos de Ecuador se identifican con alguna banda criminal

Alrededor de 11.000 de los 32.000 presos que tiene Ecuador, equivalente a un tercio de la poblaciĆ³n penitenciaria del paĆ­s, se identifica con alguna de las bandas criminales que se disputan el control interno de las cĆ”rceles y cuyos enfrentamientos han dejado mĆ”s de 400 reos asesinados desde 2020.

AsĆ­ lo indicĆ³ este miĆ©rcoles,24 de agosto del 2022, el director general del servicio penitenciario nacional (SNAI), Pablo RamĆ­rez, con base en estimaciones realizadas por el organismo estatal, encargado de administrar y custodiar las prisiones, donde desde el lunes se ha iniciado el primer censo penitenciario de la historia del paĆ­s.

RamĆ­rez indicĆ³ en una comparecencia con periodistas que el SNAI tiene identificadas entre nueve y diez bandas que son las causantes de esta crisis carcelaria.

Si bien reconociĆ³ que los indicios apuntan a que estas bandas tienen nexos con el narcotrĆ”fico, no necesariamente las personas que estĆ”n al mando de ellas estĆ”n vinculadas o han sido sentenciadas por delitos de trĆ”fico ilĆ­cito de drogas.

Hacinamiento a la baja

El director del organismo penitenciario afirmĆ³ que su instituciĆ³n va por el camino correcto para pacificar las cĆ”rceles de Ecuador, especialmente en el objetivo de que el hacinamiento sea Ā«ceroĀ» a final de aƱo.

En ese sentido, destacĆ³ que la tasa actual de hacinamiento en el conjunto de las 36 prisiones que tiene el paĆ­s es de 7,52 %, prĆ”cticamente veinte puntos menos que a finales del aƱo pasado. Ā«El hacinamiento es nuestro principal objetivoĀ», refrendĆ³ RamĆ­rez.

Esta reducciĆ³n se estĆ” logrando a travĆ©s de un programa de libertades condicionales y de indultos a presos condenados por delitos menores que hayan cumplido la mayor parte de la pena, a travĆ©s de los que se han excarcelado entre 4.000 y 4.500 reos.

No obstante, RamĆ­rez admitiĆ³ que hay cĆ”rceles con un hacinamiento aĆŗn alto, donde se llega al 20 %, 30 % e incluso 50 %, ya que hay presos que piden permanecer en ellas por cercanĆ­a a sus familias o por que estĆ”n procesados en esas jurisdicciones.

MƔs guardias y tecnologƭa en prisiones

Asimismo, el director del SNAI manifestĆ³ su confianza en que el Estado podrĆ” recuperar el control de las prisiones con el deshacinamiento y la contrataciĆ³n este aƱo de 1.300 nuevos agentes penitenciarios, que permitirĆ”n casi doblar la plantilla actual de 1.600 carceleros.

Unidos a los 1.000 adicionales que esperan contratar el prĆ³ximo aƱo, el equipo de funcionarios de prisiones ascenderĆ” a casi 4.000, lo que darĆ” un rango de un guardia por cada ocho presos, por encima de las recomendaciones internacionales que aconsejan uno por cada diez, segĆŗn destacĆ³ RamĆ­rez.

Al respecto, reconociĆ³ que es difĆ­cil controlar los objetos prohibidos, como las armas, que ingresan a las cĆ”rceles y que luego son usados en las masacres entre presos porque -aseverĆ³- estas organizaciones son capaces hasta de utilizar drones para ingresar lo que desean a los centros carcelarios.

Sin embargo, RamĆ­rez expresĆ³ su confianza en que en el transcurso de este aƱo todas las cĆ”rceles dispongan de escĆ”neres y equipos de rayos X para un mayor control de las personas y de los objetos que entran y salen de las prisiones.

Reclama estrategia estatal

MĆ”s allĆ” de esas iniciativas, advirtiĆ³ que la visiĆ³n para solucionar la crisis carcelaria debe ser estatal, lo que a su criterio debe incluir la implicaciĆ³n de la Justicia para no abusar de la prisiĆ³n provisional para procesados por delitos menores, que hace que entre el 25 % y 30 % de los presos estĆ©n en esas condiciĆ³n actualmente.

AdemĆ”s, el director del servicio penitenciario valorĆ³ la cooperaciĆ³n internacional recibida para aplacar esta crisis carcelaria, especialmente de los Estados Unidos y de la UniĆ³n Europea, a travĆ©s del Programa de Asistencia Contra el Crimen Trasnacional Organizado (EL PAcTo).

La situaciĆ³n ha suscitado la atenciĆ³n internacional, y en marzo la ComisiĆ³n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendĆ³ al Estado recuperar el control interno de las prisiones, dar condiciones dignas a los presos y elaborar una polĆ­tica de prevenciĆ³n del delito que no tenga al encarcelamiento como principal estrategia.

Por su lado, la organizaciĆ³n Human Rights Watch (HRW) identificĆ³ al hacinamiento, la falta de control estatal y el poder adquirido por grupos criminales como los factores que explican esta ola de violencia intracarcelaria.

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EFE