Bienestar emocional en hogares disfuncionales; un experto da consejos en esTAmañana
Un psicólogo clínico señala que muchos de los problemas emocionales en niños y adolescentes surgen de dinámicas familiares rígidas.

La violencia intrafamiliar genera complicaciones psicológicas en hogares disfuncionales, indicó un experto.
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Actualizada:
10 jul 2025 - 12:47
El psicólogo clínico Cristian Vélez advierte que muchos de los problemas emocionales en niños y adolescentes surgen de dinámicas familiares rígidas, poco comunicativas o violentas. El experto señaló que el verdadero cambio debe empezar en los adultos.
En muchas familias, cuando un hijo presenta ansiedad, problemas de conducta o baja tolerancia a la frustración, la reacción inmediata suele ser enviarlo a terapia, dijo Vélez en el programa esTAmañana de este jueves 10 de julio del 2025.
Además, reveló que la raíz de estos problemas muchas veces no está en los niños, sino en la dinámica familiar disfuncional que los rodea, y que son los padres quienes deben iniciar el proceso de sanación.
“La disfunción en un hogar se manifiesta cuando la familia pierde su capacidad de adaptarse a las circunstancias”, explica Vélez. Esta disfunción puede originarse por pérdidas, mudanzas, cambios repentinos o simplemente por la falta de comunicación y rigidez emocional entre sus miembros.
Uno de los errores más comunes en la crianza, afirma, es la sobreprotección. “Cuando evitamos que nuestros hijos se enfrenten a emociones normales como la frustración, estamos bloqueando su desarrollo emocional. Les quitamos la oportunidad de aprender a levantarse por sí solos cuando se caen, literal y metafóricamente”.
La salud mental familiar empieza en los padres
Para Vélez, la responsabilidad del bienestar emocional en casa recae principalmente en los adultos. A menudo, en situaciones de conflicto, los padres involucran a los hijos sin darse cuenta del impacto que esto puede generar. "Cuando hay problemas de pareja, lo adecuado es no trasladar esas tensiones a los hijos. Ellos necesitan un entorno estable", señala.
Las relaciones familiares, ya sea entre pareja, padres e hijos, o entre hermanos, requieren de abordajes distintos, y la resolución de conflictos debe ser consciente y respetuosa. No hacerlo, dice, genera entornos de constante tensión que pueden alterar la química del cerebro, afectando la funcionalidad neuronal y aumentando el riesgo de trastornos como ansiedad o depresión.
El especialista también resalta que buscar ayuda profesional es fundamental, incluso cuando los recursos económicos son limitados. “Existen alternativas con servicios accesibles. Lo importante es no normalizar el conflicto ni esperar a que los problemas emocionales se agraven”, enfatiza.
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