Por Patricia Armijo B.
Quito, capital ecuatoriana, se ha destacado por ser el centro y punto de expansión del país. En sus calles ha circulado desde el tranvía eléctrico hasta el Metro, que va bajo tierra.
El avance y los problemas de movilidad en la ciudad nacieron a mediados del siglo XX. Así lo recoge el libro Historia del Transporte Urbano en Quito.
Transporte motorizado
En el siglo XX nació el primer sistema de transporte motorizado de la capital. Entonces existió una agencia de automóviles llamada «La Veloz», que inició operaciones en 1906.
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Este fue el primer modelo de negocio de transporte con vehículos motorizados. Antes solo existía el traslado de personas en carruajes.
Con la llegada del ferrocarril a Chimbacalle, en 1908, las necesidades de movilizarse, a lo que en ese tiempo era las afueras de la ciudad, crecieron. Varios intentos de tener un tranvía propulsado por animales fracasaron.
Tranvía eléctrico
En 1914 el tranvía nació como un servicio que operaba desde Chimbacalle, al sur, hasta la Jorge Washington y 18 de Septiembre. Su recorrido cubría algo más de 5 kilómetros en la ciudad.
La empresa Quito Tranway Company operó el sistema de trenes hasta 1946. En el libro Historia del Transporte Urbano en Quito se asegura que los testimonios de la época daban cuenta de un sistema de «eficiencia y calidad, caracterizado particularmente por el buen trato a los usuarios».
Cuatro vehículos fueron los primeros en llegar y servir en Quito para la movilización longitudinal. Una segunda línea se construyó para avanzar hasta el cementerio de San Diego y fue cuando se duplicaron las unidades de transporte.
En 1921 se inició la construcción de una tercera línea que permitía a los ciudadanos avanzar hasta Cotocollao. Pero este sistema fue impulsado y operado por la Compañía Nacional de Tranvías, que no tenía los derechos del tranvía eléctrico.
Fue cuando partieron los tranvías a gasolina. Los vehículos funcionaron desde 1923 hasta 1928. El proyecto se detuvo en 1948 y fue, según el urbanista Fernando Carrión, lo que marcó el comienzo del «problema del transporte en Quito”.
Buses y trolebús
Mientras tanto, Quito siguió creciendo y utilizando buses, agrupados en cooperativas privadas. Pero ya que la demanda crecía, se hizo necesario implementar un nuevo sistema de transporte urbano.
En 1995 el primer trolebús llegó a la ciudad. En diciembre de ese año inició su operación comercial, conectando el tramo entre El Recreo y la calle Esmeraldas.
En esa época trabajaban en la ciudad 14 unidades y transportaban diariamente a un promedio de 50 000 pasajeros, según al Empresa de Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito (Epmtpq).
El ‘Trole’ avanzó rápidamente y se construyeron ampliaciones para que llegara hasta la Colón y luego hasta La Y.
Para los años 2000 se construyó la extensión al sur, primero hacia la Morán Valverde y luego hasta Quitumbe. Para ese momento, la empresa ya contaba con 113 trolebuses.
Estas unidades funcionan con 700 voltios. Se alimentan a través de cables a los que se conecta con una especie de gancho.
Ecovía
El sistema de Ecovía fue el segundo modelo de transporte público desarrollado para la capital. En 2001 comenzó su operación con una flota de vehículos que funcionan a diésel.
El primer tramo que cubrían los articulados rojos era de La Marín a la Río Coca. Una década después se amplió el recorrido para llegar hasta la estación de transferencia El Capulí, en el sur de Quito. La última ampliación, de 2016, llevó el sistema de transporte hasta la estación de Guamaní.
Primer Metro de Ecuador
El Metro de Quito, el primero del país, es el proyecto de movilidad más ambicioso de la ciudad y su puesta en marcha ha tomado más de una década.
El subterráneo une de manera longitudinal a la ciudad de norte a sur. Va desde Quitumbe hasta El Labrador, en una ruta de 22 kilómetros que se cubre en 34 minutos, aproximadamente.
El sistema cuenta con 18 trenes, de los cuales ahora funcionan 16. Cada tren está compuesto por seis vagones y puede trasladar hasta a 1 500 personas a la vez.
Las 15 estaciones se dividen en cinco multimodales, que conectan con otros sistemas de transporte y 10 paradas únicas.
El Metro de Quito es una nueva alternativa para la movilidad de la ciudad. Un problema que ocasiona que los quiteños pierdan alrededor de 70 horas al año estancados en el tráfico, de acuerdo con cifras del colectivo Quito Cómo Vamos.