Radiografía de lo que tiene que pasar una persona que es víctima del robo de su vehículo

Teleamazonas inicia, este lunes 27 de febrero del 2023, la entrega de una serie de reportajes sobre lo que deben atravesar las personas que son víctimas del robo de sus vehículos en Ecuador.

Una de las personas que vivió esta situación, el 2 de agosto del 2021, es la reportera de Teleamazonas, Nathali Jiménez. Su caso evidencia cómo, además del robo, las personas también pueden ser víctimas de extorsión, de la inoperancia de los agentes encargados de investigar los casos y del mismo sistema de justicia.

La reportera de Teleamazonas narró cómo, en dos minutos, antisociales robaron su carro y todo el periplo que ha tenido que pasar hasta la actualidad, en busca de recuperar su automotor. Jiménez relata que su primera reacción fue difundir en sus redes sociales una foto e información de su vehículo para intentar encontrarlo.

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Intentos de extorsión y falsas promesas

Una vez publicada la información en redes sociales empezaron las extorsiones, que se extendieron durante casi dos meses, a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas. Tras el inicio de estos intentos de extorsión se puso la denuncia en las instalaciones de la Fiscalía. Sin embargo, el 3 de agosto del 2021, cuando se intentó poner la denuncia el fiscal de turno no se encontraba en la dependencia.

Las víctimas de este robo se mostraron inconformes por la falta de prontitud en el accionar de la justicia. De forma paralela, la Policía le asignaba la investigación a un agente que recibió toda la información de quienes intentaban extorsionar a Jiménez.

El tiempo pasó y durante un año y dos meses no se supo del paradero del vehículo; pero el 14 de diciembre del mismo año Jiménez recibió una llamada a su celular. Un hombre le indicaba que estaba teniendo problemas con un vehículo que su hermana había comprado. El hombre ofreció devolverle el vehículo si cancelaba 7 000 dólares, la mita del valor que supuestamente habían pagado.

Con los videos que le compartieron, Jiménez pudo identificar el lugar donde se encontraba su vehículo, así que fue al sitio y lo encontró estacionado en los exteriores de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) en el sector de Santa Rita, sur de Quito. Tenía cambios en el color y en los sistemas de seguridad. Pero lo más sorprendente es que estaba en poder de un uniformado policial, quien reconoció que el automotor era robado.

En una siguiente entrega se dará a conocer el desenlace de este caso. Además, del engorroso trámite judicial que viven las víctimas de este tipo de delitos.

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