Retomar el control de la seguridad en Ecuador tomará años, sostiene el especialista Leonardo Jaramillo

Por Redacción Transmedia Digital |

Los crecientes niveles de inseguridad en Ecuador exigen la implementación de una política integral de seguridad. En entrevista con Teleamazonas, Leonardo Jaramillo, especialista en seguridad, dice que llegar a esto podría tomar al menos cinco años y requiere un Gobierno decidido a fortalecer los sistemas de control.

¿Cuál es la responsabilidad del Estado frente a la inseguridad?

Es una tarea fundamental del Estado el garantizar la seguridad ciudadana, independientemente de que tengamos un Estado más o menos intervencionista o que tenga una agenda más o menos profunda en seguridad. Tiene la obligación de garantizar la seguridad de las personas, tanto en su integridad física como en la protección de la propiedad privada.

¿Actualmente se garantiza la seguridad?

Esto no ocurre en este momento porque el Estado ecuatoriano siempre ha sido visto y reconocido como un Estado débil, con pocos recursos, poca capacidad de gestión y malas habilidades para administrarse a sí mismo.

En el tema seguridad específicamente se debe a que durante más de 10 años hubo cierto descuido respecto a los cambios que se debían hacer para estar acorde a la evolución de la criminalidad. Aún mantenemos políticas que se tenían en los años 80 y 90, cuando aún no existía esta ola de violencia y crimen organizado. El panorama global cambió en la última década y el Estado no se preparó para las consecuencias.

¿Qué se requiere para retomar el control?

Retomar el control requiere un cambio importante en la dinámica de seguridad del Ecuador. Esto no es de corto plazo sino que tomará años, incluso si tuviéramos un Gobierno altamente decidido, con apoyo popular, con apoyo en la Asamblea, esta sería una tarea bastante dura. Tengamos en cuenta que el próximo Gobierno no va a estar mucho tiempo en el poder, entonces es muy difícil tener una política pública estable de seguridad.

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¿Qué requiere un Gobierno para tener una política de seguridad estable?

Para empezar se necesita una reforma en el sistema judicial, que es altamente problemático porque hay un represamiento de casos, presos sin sentencia, etc.

En términos del sistema penal y carcelario, específicamente, necesitamos un cambio de modelo de gestión en las cárceles, en su administración, mayor seguridad y retomar el control de estos centros que, en este momento, son espacios que están bajo el control de bandas organizadas.

Ahora mismo, el Estado lo único que hace es poner gente, pero no puede hacer más en términos de gestión y administración.

Además, necesitamos un fortalecimiento de las capacidades de Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Pero sobre todo en el Centro de Inteligencia Estratégico y en otras entidades como UAFE (Unidad de Análisis Financiero), Servicio de Rentas Internas (SRI) y todas las entidades que permitan controlar la economía ilícita. Eso es realmente lo que sostiene a las bandas criminales y a la delincuencia organizada.

¿Es posible hacer esto? ¿Qué políticas se requieren?

Implementar una política de gestión integral en seguridad puede tomar alrededor de cinco años y eso es más que el plazo que tiene cualquier Gobierno. Por ello, necesitamos gobiernos que se dediquen a seguir con las políticas de seguridad uno tras otro, independientemente de su ideología política. Esto evitará que se pierda personal clave en las instituciones y su experiencia en gestionar temas complejos para el país.

¿Cómo funciona el narcotráfico y las bandas?

La delincuencia organizada funciona con base en incentivos económicos, es decir, el narcotráfico funciona porque hay plata. Si se puede cortar el flujo de dinero que les ingresa a estas bandas, el negocio termina muriendo o desplazándose a otro lado. Y para eso se necesita que tengamos,  por ejemplo, buenos analistas financieros y la UAFE en este momento está deshuesada.

Necesitamos saber de dónde vienen las armas, por dónde fluyen, dónde pasan y para eso se necesita Fuerzas Armadas y Policía Nacional capacitadas y equipadas, lo que no tenemos en este momento. Pero se puede lograr con voluntad política por parte de los gobiernos.

¿Aumentan los índices de delincuencia por falta de dinero en los grupos delictivos?

Para mí, el incremento en los niveles de delincuencia es un reflejo de que el narcotráfico se haya expandido y haya penetrado mucho más en el territorio ecuatoriano. Ahora hay una cultura de secuestros, de violencia.

Eso da pie a que otros grupos delictivos se dediquen a estas actividades porque dan resultado. No creo que esto se deba a un desplazamiento económico del narcotráfico, sino que lo complementan.

¿Se incrementaron los grupos delictivos y por eso hay más delitos como los secuestros extorsivos?

Exacto. No es porque el narcotráfico haya decaído. De hecho, a escala mundial, los ingresos del narcotráfico siguen aumentando y Ecuador en este momento está muy integrado a esa cadena debido a su economía dolarizada. No somos un país de alto cultivo, sino de distribución y de lavado, y esa es de las partes más lucrativas del negocio.

Antes, la dinámica era diferente porque el narcotráfico estaba concentrado en Perú y Colombia, pero la desmovilización de las FARC dejó muchos actores violentos que ahora no necesariamente trabajan en sus países, sino que miran a otros destinos como Ecuador. Las bandas que operan en el país son de ecuatorianos, pero tienen conexiones con carteles albaneses, mexicanos, centroamericanos, con las maras, tenemos una economía globalizada delictiva.

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