Taxistas de Nueva York entran en huelga de hambre

Los icĆ³nicos taxis amarillos de Nueva York se encuentran asfixiados por las deudas y por la competencia desleal de Uber y otras plataformas de alquiler, y tras el suicidio de nueve compaƱeros en los Ćŗltimos aƱos, han emprendido una protesta, con huelgas de hambre incluida, para forzar a la ciudad a reducir sus cargas econĆ³micas.

Hace ocho dĆ­as que choferes de estos taxis, tan vinculados a la imagen de Nueva York como la Estatua de la Libertad, dieron el paso extremo de no comer y dormir en sus vehĆ­culos, a unos metros del Ayuntamiento, a la espera de que el alcalde Bill de Blasio acepte su propuesta para reducir la deuda, que para algunos puede ser de mĆ”s de 700.000 dĆ³lares por su licencia de taxi.

Allƭ han levantado un altar con nueve velas y flores y los nombres de otros tantos compaƱeros muertos desde 2017, desesperados por no poder pagar sus deudas.

El anterior alcalde, Michael Bloomberg, decidiĆ³ aumentar el nĆŗmero de Ā«medallonesĀ» -como se conoce a estas licencias por su aspecto-, que hasta entonces habĆ­an costado entre 110.000 y 140.000 dĆ³lares, y convocĆ³ varias subastas ad hoc, en las que se inflĆ³ el precio de las licencias creando una burbuja.

Deudas de miles de dĆ³lares. El caso de un ecuatoriano

Bloomberg decĆ­a que era como Ā«comprar un pedacito de la Gran ManzanaĀ», lo que para los taxistas, un sector dominado por los extranjeros -y de ellos, el 40% son asiĆ”ticos- representaba Ā«la oportunidad de vivir el sueƱo americanoĀ», comentĆ³ a Efe VĆ­ctor Salazar, un ecuatoriano con tres dĆ©cadas al volante y una deuda de 300.000 dĆ³lares.

Y mientras la deuda por el Ā«medallĆ³nĀ» subĆ­a, la entrada de Uber, Lyft y otras plataformas de alquiler de coches a lo largo de la pasada dĆ©cada puso las cosas mĆ”s difĆ­ciles: inundaron las calles con sus nuevos permisos, redujeron las ganancias de los choferes Ā«clĆ”sicosĀ» y devaluaron el valor de los Ā«medallonesĀ».

Al llegar la pandemia, VĆ­ctor Salazar no pudo continuar pagando su Ā«medallĆ³nĀ» -su deuda era de unos 2.000 dĆ³lares mensuales, sin contar la gasolina y el seguro del coche-, y lo perdiĆ³. Hay muchos otros casos como del de Salazar.

Quadratullah Saberry, afgano, ha conducido durante tres dĆ©cadas y a sus 70 aƱos adeuda todavĆ­a 300.000 dĆ³lares, asĆ­ que se ha declarado en huelga de hambre: Ā«Tengo presiĆ³n alta y diabetes, y si no como regularmente probablemente me derrumbe, pero asumo el riesgo. Nueve choferes han muertoĀ», recuerda.

La mediĆ”tica congresista Alexandria Ocasio-Cortez se ha hecho eco de su caso, recordando que hace mĆ”s de dos aƱos se advirtiĆ³ sobre los prĆ©stamos abusivos a los taxistas: Ā«Se estĆ”n ahogando en deudas. Y tristemente, algunos han terminado con sus vidas. Necesitan un rescate AHORAĀ», afirmĆ³ en Twitter.

Que el ayuntamiento salga garante

Los taxistas han propuesto que la ciudad, a la que pertenece la ComisiĆ³n de Taxis y Limusinas que regula el sector, salga garante de los prĆ©stamos, que se reestructurarĆ­an a un monto principal de no mĆ”s de 145.000 dĆ³lares, con pagos mensuales de 800 dĆ³lares.

La propuesta cuenta con el respaldo de la delegaciĆ³n de Nueva York en el Congreso, entre ellos el lĆ­der demĆ³crata en el Senado federal Chuck Schumer, que junto con Ocasio-Cortez ha enviado una carta a De Blasio pidiendo el apoyo de la ciudad para los trabajadores del volante.

Ā«No dejaremos la calle hasta que se haga justiciaĀ», insistiĆ³ hoy Bhairavi Desai, lĆ­der de la New York Taxi Workers Alliance (NYTWA), que representa a 25.000 trabajadores, la mitad taxis amarillos, en una manifestaciĆ³n que contĆ³ con la presencia del  Defensor del Pueblo, Jumanne Wiliams, y en el que los choferes gritaban Ā«no mĆ”s muertesĀ» y pedĆ­an un rescate econĆ³mico.

Desai, tambiĆ©n en huelga de hambre, advirtiĆ³ que de no resolverse la crisis, muchos terminarĆ”n en la quiebra, perderĆ”n su Ćŗnico ingreso y hasta sus casas.

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La ciudad ha propuesto una ayuda total de 65 millones de dĆ³lares, que los taxistas consideran que es insignificante para reducir su deuda e insisten en su propuesta.

Ā«La ciudad ha creado esta crisis. Su plan (de rescate) dejarĆ­a a los conductores ganando menos del salario mĆ­nimo. Es inaceptableĀ», afirmĆ³ el Defensor del Pueblo. EFE