Tres positivos de COVID-19 muerden al personal sanitario para huir del hospital

Dos hombres y una mujer intentaron huir este sábado del Hospital Militar de Celio, en Roma, al que habían sido trasladados desde un centro de acogida varios días atrás tras dar positivo para COVID-19.

Los tres extranjeros exigían al personal médico que les dieran de alta. Sin embargo, ante la negativa del personal de salud reaccionaron violentamente desatando el terror en el hospital durante una media hora.

Además de volcar escritorios, camas y otros muebles, golpearon e incluso mordieron a agentes de Policía y a personal médico.

Mientras los tres contagiados de COVID-19 intentaban huir del hospital se encontraron frente a personal de salud con protecciones contra el contagio. Pero los extranjeros lograron arrancar el traje anti-COVID de un joven oficial, que ahora deberá estar en cuarentena.

A pesar de que solo uno de los atacados sufrió heridas leves, todos deberán aislarse en sus domicilios. Esto mientras se esperan los resultados de las pruebas de COVID-19 a las que tuvieron que someterse.

Además, según los medios locales fuentes dentro del hospital informaron que durante el forcejeo los extranjeros también intentaron durante unos minutos protegerse en la fuga con un niño bengalí de 16 años hospitalizado y próximo a recibir el alta por dar negativo al virus. Sin embargo, este hecho no se ha confirmado por la policía.

El ataque de los tres contagiados de COVID-19 que intentaban huir se prolongó aproximadamente media hora. Carabineros y agentes de la Policía Militar detuvieron a los responsables del altercado.

PRONUNCIAMIENTO DE LAS AUTORIDADES

Los tres extranjeros contagiados de COVID-19 que intentaron huir del hospital, ahora se enfrentan a tres acusaciones. Coacción, resistencia y violencia contra un encargado del servicio público e insultos a un oficial público.

En un comentario sobre los hechos, el ministro de Defensa de Italia, Lorenzo Guerini, expresó su «solidaridad con el personal agredido». Y calificó lo sucedido como «un hecho grave e inadmisible».

«Todo volvió a la normalidad de inmediato gracias a la pronta intervención del personal militar y de las fuerzas del orden», cita a Guerini el periódico Il Messaggero.