El árbitro Scott Manhardt estaba mediando el combate entre el mexicano Luis Enrique González Martínez y el irlandés Luis Byrne por la Supercopa 2022 de la Federación Internacional de Artes Marciales Mixtas en Baréin, cuando se encontró demasiado cerca de la acción.
Al sonar la bocina para el final del asalto, Martínez lanzó una contundente patada giratoria que impactó en la cara del referí y lo dejó aturdido en el suelo.
Internautas en redes han opinado que la culoa la tiene el juez por acercarse demasiado a los contendientes.
Por su parte, hay quienes sostienen que la mayoría de veces la concentración de los luchadores nubla su mente lo que provoca que no perciban muchos factores dentro del cuadrilátero.
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