Un niño de tres años es el primer fallecido por el terremoto en Perú

Un niño de tres años que vivía en una comunidad indígena de la provincia de Condorcanqui es el primer fallecido reportado a raíz del terremoto de magnitud 7,5 registrado ayer en Perú, informó este lunes la autoridad de salud de la región del Amazonas.

«Unas 50 tablas de madera de tres metros de largo por siete centímetros de ancho cayeron por el remezón sobre el pequeño y le provocó un politraumatismo», declaró el director regional de Salud en la región norteña de Amazonas, Elías Bohórquez, a RPP Noticias.

El galeno confirmó el deceso del menor por politraumatismo, dado que el movimiento telúrico provocó una violenta sacudida de tierra que hizo caer los tablones de madera almacenados en la casa donde vivía el menor con su familia.

Bohórquez indicó que 12 establecimientos de salud están totalmente inoperativos, de un total de 26 afectados por el sismo en esa región selvática.

Más de 2.400 damnificados

Según el último reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), los damnificados por el terremoto son más de 2.400, mientras los heridos son 16, uno de ellos con traumatismo encéfalo craneano.

La población damnificada se ha quedado sin hogar, ya que el sismo destruyó 117 casas y dejó 376 viviendas inhabitables por daños irreparables.

Otros 764 inmuebles quedaron dañados con rajaduras parciales, la mayoría construcciones rústicas de adobe cuya estructura cedió ante el movimiento telúrico.

El terremoto también destruyó cinco iglesias y un centro de salud y causó desperfectos en otros 19 templos religiosos y en otros 32 establecimientos sanitarios, además de en 13 escuelas.

Derrumbe en carreteras

Hay más de 1,5 kilómetros de carreteras destruidas en diversos puntos y más de 5 kilómetros afectadas por derrumbes y desprendimientos que han bloqueado algunas de las principales arterias de comunicación de la Amazonía peruana.

Aunque se registran daños en nueve regiones de Perú y en dos localidades del sur de Ecuador, la mayoría se concentran en el norteño departamento peruano de Amazonas, donde se ubicó el epicentro, 98 kilómetros al este de la localidad de Santa María de Nieva.

En la zona permanece desde el mismo domingo el presidente de Perú, Pedro Castillo, quien llegó a los lugares más afectados para atender de primera mano a la población y coordinar la ayuda y las evacuaciones.

«Toda esta zona está totalmente colapsada (…) Si no salimos, vamos a tener consecuencias funestas», dijo Castillo mientras revisaba el estado de un sector de la carretera Fernando Belaúnde Terry, la más importante de la Amazonía peruana, que quedó destruido.

Temen desborde de río

Castillo también sobrevoló las zonas aledañas al caserío El Aserradero, donde el deslizamiento de un cerro está provocando un repentino embalse del río Utcubamba que pone en riesgo a los habitantes de la zona ante la amenaza de un inminente desborde.

«Llamo a la población a ponerse a buen recaudo, vamos a evacuarlos. Deben ir a un lugar seguro. Queremos que entiendan que, por encima de la casa y de la chacra (campo), está la vida», sostuvo.

El terremoto se originó el domingo a las 5:52 hora local (10:52 GMT) a una gran profundidad terrestre de 131 kilómetros, lo que redujo su poder de destrucción en la superficie pero amplificó el alcance de su onda sísmica a una amplia área geográfica que abarcó parte de Suramérica e hizo que se sintiese hasta en Lima, Quito y Leticia (Colombia).

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EFE