Una de cada 4 personas alrededor del mundo muere por un problema relacionado con la trombosis

La trombosis es la formación de un coágulo, sea en una vena o una arteria, que obstruye parcial o totalmente el flujo sanguíneo.

A nivel mundial, los eventos trombóticos provocan 25% de las muertes; esto quiere decir que 1 de cada 4 personas muere por una causa relacionada con la trombosis. 

Si bien el infarto agudo de miocardio (IAM) y los accidentes cerebrovasculares (ACV) son ampliamente conocidos,no ocurre lo mismo con la enfermedad tromboembólica venosa, a pesar de ser la tercera causa de muerte a nivel mundial. (Incluye la trombosis venosa profunda y el embolismo pulmonar).

La trombosis venosa profunda (TVP) se produce por la formación de un coágulo en una vena, que obstruye parcial o totalmente el flujo sanguíneo y se caracteriza por hinchazón de la pierna  afectada, dolor, enrojecimiento y calor local. 

El número de casos nuevos de la TVP aumenta exponencialmente con la edad, desde 1 por cada 1.000 habitantes en la población en general, hasta un máximo de 1 caso por cada 100 personas en los pacientes >80 años.

Es importante resaltar que la complicación aguda más temida de la TVP es el tromboembolismo pulmonar (EP), que se presenta cuando se desprende un coágulo formado en las venas de las piernas y llega al pulmón. Los síntomas son falta de aire, palpitaciones, desvanecimiento, palidez.  Este cuadro es fatal en un 20-30% de los pacientes. 

Los factores que pueden predisponer a la aparición de la TVP o del EP son: la falta de movilidad (hospitalización, disminución de la deambulación, inmovilización de miembros inferiores y viajes prolongados); fenómenos que aumentan la coagulación (enfermedades crónicas, obesidad, embarazo, consumo de anticonceptivos, cáncer e infecciones); daño vascular (cirugías recientes, traumas y fracturas).

Esta enfermedad es más común en los pacientes que se encuentran hospitalizados, por lo cual se han creado  escalas de riesgo que permiten a los médicos  identificar los pacientes que tienen un riesgo elevado de trombosis y determinar medidas de prevención.

Estas pueden ser desde deambulación, hidratación y movilización activa o pasiva de los miembros inferiores, hasta el uso de medidas farmacológicas, como lo son las heparinas de bajo peso molecular, que son medicamentos anticoagulantes que previenen la formación de coágulos. Una de las más conocidas y utilizadas a nivel mundial  es la enoxaparina. 

Adicionalmente, el COVID-19 representa un factor de riesgo para la presentación de trombosis en los pacientes que requieren hospitalización general y en unidad de cuidados intensivos.

Reconozca los síntomas, acuda al médico y no se automedique. Considere tener hábitos de vida saludables, mantener un peso adecuado, controlar enfermedades crónicas, evitar el sedentarismo. En caso de que le envíen tratamiento farmacológico seguir las indicaciones de su médico, cumpliendo con la totalidad de la terapia, que con frecuencia es posible que se extienda más allá de los días de hospitalización y continúe en casa.