VacunaciĆ³n en EEUU encuentra resistencia en el sector salud

La esperada campaƱa de vacunaciĆ³n contra el coronavirus en Estados Unidos se ha topado con una resistencia inesperada: cada vez mĆ”s trabajadores de la salud, que han visto personalmente la muerte y la tragedia causadas por el COVID-19, se estĆ”n negando a vacunarse.

La tendencia ocurre en hogares de ancianos y, a un nivel menor, en hospitales. Los empleados expresan lo que los expertos dicen son temores infundados de efectos secundarios de vacunas desarrolladas a velocidad rĆ©cord. MĆ”s de tres semanas despuĆ©s del inicio de la campaƱa, algunos sitios han reportado que hasta 80% del personal rehĆŗsa vacunarse.

ā€œNo creo que nadie quera ser un conejillo de Indiasā€, alegĆ³ el doctor Stephen Noble, un cirujano de 42 aƱos en Portland, Oregon, que estĆ” aplazando su vacunaciĆ³n. ā€œAl final, como hombre de ciencia, quiero ver lo que indican los datos. Y quiero ver todos los datosā€.

Alarmados por el fenĆ³meno, algunos administradores han ofrecido desde desayunos gratis hasta la rifa de un automĆ³vil para convencer a sus empleados a remangarse las caminas. Algunos estados han amenazado con dejar que otras personas queden delante de los trabajadores de salud en la cola por las vacunas.

El nĆŗmero ā€œes demasiado bajo, alarmantemente bajoā€, dijo Neil Pruitt, director general de PruittHealth, que administra unas 100 instalaciones de cuidados a largo plazo en el sur de Estados Unidos, en las que menos de 3 de cada 10 empleados han aceptado la vacunaciĆ³n.

Muchas instalaciones mĆ©dicas desde Florida hasta el estado de Washington han tenido una aceptaciĆ³n casi universal de las vacunas y sus trabajadores han mostrado orgullosamente en redes sociales fotos recibiendo las inyecciones. En otras partes, no obstante, el esfuerzo ha tropezado.

Aunque el gobierno federal no ha dado a conocer datos sobre cuĆ”ntas personas a quienes se ofreciĆ³ la vacuna la han aceptado, en todo el paĆ­s han emergido asomos de resistencia.

En Illinois, se ha abierto una gran brecha en los hogares estatales para veteranos de guerra, entre residentes y el personal. La discrepancia fue mayor en el hogar de ancianos del pueblo de Manteno, donde 90% de los residentes fueron vacunados, comparado con apenas 18% de los empleados.

En Ashland, Alabama, unos 90 de 200 empleados en el Clay County Hospital no han accedido aĆŗn a ser vacunados, pese a que el lugar esta tan abrumado por pacientes con COVID-19 que se estĆ” quedando sin oxĆ­geno y se han aƱadido camas a la unidad de cuidados intensivos, dividida por bandas de plĆ”stico.