Sao Paulo soportó una «apocalíptica» tormenta de polvo

Parecían escenas de alguna película apocalíptica las imágenes que se vivieron este domingo 26 de septiembre en varias ciudades del estado de Sao Paulo, Brasil.

Las populosas urbes experimentaron una gran tormenta de polvo que provocó que perdieran prácticamente toda la visibilidad durante varias horas.

Las localidades más afectadas fueron Franca, Ribeirão Preto, Araçatuba, Barretos y Presidente Prudente, las cuales se encuentran próximas a la frontera con Minas Gerais.

Las personas sintieron temor ante el fenómeno

Varios habitantes de esta región sacaron sus teléfonos para grabar el momento en el que la gran nube de polvo rojizo avanzaba por las diferentes ciudades, cubriendo por completo todo lo que había a su paso (incluidos grandes y altos edificios).

En otro video compartido en las redes sociales se puede ver el momento exacto en el que algunas personas que se encontraban disfrutando, al parecer, de la terraza de un restaurante comienzan a huir del lugar para buscar algún refugio mientras se ve que vuelan sombrillas, mesas y sillas del local.

Los expertos en meteorología explican el suceso

Expertos en meteorología explicaron que cuando se dan grandes rachas de viento en sitios donde el suelo es extremadamente seco, suele levantarse polvo, junto con restos de vegetación y de quema, los cuales pueden alcanzar hasta una altura de 10 km.

Este fenómeno natural no es de extrañarse que hubiera ocurrido debido a la sequía que persiste en esta zona del territorio brasileño.

“Primero viene la tormenta y la nube de tormenta, que generó la corriente de viento más horizontal y desordenó todos estos escombros. Como hace meses que no llueve en esa región, hay mucho polvo, el suelo y la vegetación están secos, y los incendios también han contribuido”, explicó el meteorólogo Estael Sias en entrevista para Correio Braziliense.

Fenómenos frecuentes en Asia y poco vistos en Sudamérica

Sias añadió que este tipo de tormentas de polvo son más frecuentes en Asia y que era probable que la vivida en Brasil se dispersara en cuestión de horas.

“El viento que sigue a la tormenta ayudará a esparcir más esta arena y se disolverá, como el proceso de la niebla, que es lento pero ayudado por el propio viento”, agregó.

Horas más tarde, los satélites del Instituto Nacional de Meteorología mostraron que, por ejemplo, en el municipio de Franca se registraron vientos que alcanzaron hasta los 60 kilómetros por hora.

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