Entre un laberinto de estrechos pasillos de un viejo y caĆ³tico mercado, enclavado en una barriada pobre del oeste de la capital, decenas de personas se aglomeran en un pequeƱo callejĆ³n, donde funcionan las tiendas de hierbas y brebajes curativos a base de serpientes, en busca de alguna medicina natural que les ayude a protegerse del coronavirus.
Ante los altos costos y la escasez de medicamentos que enfrenta la naciĆ³n sudamericana, algunos habitantes de la capital estĆ”n optando por recurrir a plantas como el toronjil, el hinojo y el limoncillo, y frutos como el limĆ³n, alegando que eso los ayuda a mejorar el sistema inmunolĆ³gico y evitar el COVID-19, que ha contagiado a 84 personas y amenaza con generar graves estragos por el deterioro del sistema de salud, la falta de agua y las precarias condiciones del alimentaciĆ³n de la mayorĆa de la poblaciĆ³n.
Hasta ahora no hay medicamento, remedio occidental, tradicional o casero que pueda prevenir o curar el nuevo virus, ratificĆ³ recientemente la OrganizaciĆ³n Mundial de la Salud.
CientĆficos de diferentes paĆses iniciaron en los Ćŗltimos dĆas las pruebas para una posible vacuna que podrĆa demorarse varios meses en salir.
La enfermedad COVID-19 provoca sĆntomas leves o moderados para muchos y la gran mayorĆa se recupera. Algunas personas, especialmente ancianos o con problemas de patologĆas previas, pueden sufrir complicaciones como la neumonĆa.
El mandatario venezolano NicolĆ”s Maduro saliĆ³ el domingo en defensa de la medicina natural y compartiĆ³, durante una alocuciĆ³n al paĆs, un āantibiĆ³tico naturalā que estĆ” recomendando el mĆ©dico local Sirio Quintero para el coronavirus.
āCon malojillo (limoncillo), sauco, jengibre, pimienta negra, conchas de limĆ³n, miel de abeja, y allĆ hacen un preparado que el (mĆ©dico) dice que tiene cualidades antibiĆ³ticas naturalesā, dijo Maduro al explicar la receta que algunos seguidores difundieron luego en Twitter mientras que otros detractores del gobernante aprovecharon para criticarlo y seƱarlo de irresponsable.
El gobernante acusĆ³ el lunes a Twitter de eliminar los mensajes que Ć©l difundiĆ³ sobre tres documentos de Quintero y su producto para combatir el coronavirus.
āCreo en la medicina ancestral, naturistaā, afirmĆ³ Maduro tras confesar que ya iniciĆ³ el consumo de varias tazas al dĆa del āantibiĆ³tico naturalā, y preparĆ³ junto a su esposa Cilia Flores nueve botellas de la receta para repartirlas entre sus familiares.
El temor generado por la pandemia ha elevado las ventas de esas hierbas y el limĆ³n que luego que se reportaran los primeros casos locales tuvo una escalada en su precio que pasĆ³ de 2 a 6 dĆ³lares el kilo en una semana.
MĆ©dicos y organizaciones como la Academia EspaƱola de NutriciĆ³n y DietĆ©tica descartan que el consumo de hierbas y frutos puedan proteger a la poblaciĆ³n de la pandemia, pero en el imaginario de los venezolanos existe otra percepciĆ³n.
Con el rostro cubierto con un tapabocas de tela azul un hombre fornido, de estatura media, revisa afanosamente con sus manos una montaƱa de diferentes hierbas mientras pregunta a un joven vendedor por el limoncillo. Luego que el vendedor le respondiĆ³ que la planta estaba agotada, el hombre optĆ³ por llevarse un manojo de otra hierba llamada āsangrĆaā, que adquiriĆ³ por un monto equivalente a unos centavos de dĆ³lar.
āLa gente lo que me estĆ” pidiendo son guarapos de esto para la nueva gripeā, afirmĆ³ Josman Sosa, un vendedor callejero de 36 aƱos, mientras sostenĆa con su mano izquierda un fajo de pequeƱas ramas de āsangrĆaā que estaban envueltas en una hoja de papel periĆ³dico.
Sosa relatĆ³ que ante la creciente demanda de bebedizos decidiĆ³ reemplazar la venta callejera de cafĆ© por hierbas.
Rodeada de decenas de velas, tabacos, esencias, palos de madera y grandes envases de vidrio llenos ron y serpientes, Lisbeth GĆ³mez, una comerciante de 46 aƱos que regenta uno de los locales de hierbas del mercado municipal de Catia, al oeste de la capital, indicĆ³ que tras la apariciĆ³n del coronavirus en el paĆs saltaron las ventas de toronjil, limoncillo, orĆ©gano, hinojo y jengibre, lo que asegurĆ³ que ha comenzado a generar problemas de escasez de esos productos.
Al hablar de los hĆ”bitos de consumo de la poblaciĆ³n, GĆ³mez, quien heredĆ³ de su padre el local que ha funcionado en el popular mercado por tres dĆ©cadas, admitiĆ³ que entre los venezolanos es una tradiciĆ³n ancestral el consumo de bebedizos de hierbas cuando tienen alguna gripe, pero sostuvo que ante el coronavirus ella estĆ” recomendando a sus clientes protegerse mejor con tapabocas y el lavado de manos.
āEsto no es juegoā, advirtiĆ³. āEs un tema de seguridad personal y todos tenemos que tomar previsionesā.
En Venezuela, el uso de hierbas se remonta a los aƱos de la colonia cuando los indĆgenas recurrĆan a diversas plantas para tratar dolencias.
La Academia EspaƱola de NutriciĆ³n y DietĆ©tica afirmĆ³ en un estudio del 17 de marzo que āno existen pruebas para recomendar el consumo de ninguna hierba para prevenir o tratar el COVID-19ā.
AsĆ lo ratificĆ³ la mĆ©dica Patricia Valenzuela, miembro de la junta directiva de la Sociedad Venezolana de InfectologĆa, que indicĆ³ a The Associated Press que todas las recetas caseras, propias de la cultura de los venezolanos, āno tienen ningĆŗn fundamento cientĆfico y no tienen ninguna actividad contra el coronavirusā.
Valenzuela dijo que ante la pandemia los mĆ©dicos estĆ”n recomendando a la poblaciĆ³n una dieta balanceada, que incluya frutas, proteĆnas, carbohidratos y grasas y unos dos litros de agua al dĆa, pero reconociĆ³ que en el caso de Venezuela existe un āescenario un poco delicadoā de desnutriciĆ³n, que eleva la vulnerabilidad ante el COVID-19, especialmente entre los mayoritarios sectores pobres que han sido los mĆ”s golpeados por la crisis econĆ³mica dominada por la hiperinflaciĆ³n, la escasez de alimentos y medicinas, y la recesiĆ³n.
Una de cada tres personas en Venezuela estĆ” en inseguridad alimentaria, indicĆ³ el mes pasado el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglĆ©s) de la OrganizaciĆ³n de las Naciones Unidas basado en una encuesta que realizĆ³ entre julio y septiembre pasado.
A las puertas de un mercado pĆŗblico, ubicado en el municipio capitalino de Chacao en el este de la ciudad, Marisol Arias, una psiquiatra de 71 aƱos, afirmĆ³, mientras acomodaba dentro de un carrito algunas bolsas de verduras y limones que acababa de adquirir, que no estaba en contra que los venezolanos recurran a productos naturales para fortalecer el sistema inmunolĆ³gico y defendiĆ³ la prĆ”ctica asegurando que āes algo sanoā.
Arias sostuvo que los productos naturales son la opciĆ³n mĆ”s barata que le queda a la poblaciĆ³n ante los altos precios de las vitaminas.
āUno tiene que apelar a lo que el bolsillo alcanzaā, sentenciĆ³./AP