¿Quién no amó su primera bicicleta? Aquella que le lanzó al asfalto en la infancia y que entre caídas y raspones se convirtió en el juguete favorito. Con los años llegarían otras, más modernas, más grandes, pero es difícil olvidar a las clásicas. Estos vehículos de dos ruedas provocan hasta hoy mucha nostalgia por épocas pasadas.