Ecuador adelanta proyecto para recuperar población de tortugas en Galápagos

Un grupo científico monitoreó a cientos de tortugas gigantes que fueron introducidas desde 2015 en la isla Santa Fe, en el archipiélago de Galápagos. Son parte de un programa de repoblación con este tipo de quelonios en áreas en las que se habían extinguido.

Así lo informó este martes el Ministerio de Ambiente de Ecuador en un comunicado. Un grupo de expertos del Parque Nacional Galápagos (PNG) se encarga de vigilar la biodiversidad en el archipiélago; lo hacen junto a la fundación científica Galápagos Conservancy.

Los expertos, que permanecieron siete días en la deshabitada Isla Santa Fe, cumplieron con el monitoreo anual del proceso de repoblación. Ellos verificaron el estado de las tortugas de la especie «Chelonoidis hoodensis», que fueron introducidas entre 2015 y 2021.

El objetivo de este proyecto es repoblar la isla con tortugas gigantes para que cumplan con el rol de herbívoro principal y modeladoras del ecosistema. El área en que se lleva adelante el proyecto son 24,6 kilómetros cuadrados de isla Santa Fe.

El comunicado precisó que la especie original de tortuga gigante de Santa Fe se extinguió hace más de 150 años. Por ello, se decidió introducir ejemplares de «Chelonoidis hoodensis», oriundas de la isla Española. A estas se las considera como «análogo ecológico, debido a que son las más parecidas genética y morfológicamente».

742 tortugas introducidas

El equipo de científicos busca hacer una evaluación sobre el estado de 742 tortugas introducidas en Santa Fe. También tienen previsto documentar la manera cómo se han dispersado en esa formación insular.

«El principal hallazgo fue evidenciar que la mayoría de los quelonios se movilizan en un área de 5,5 kilómetros cuadrados de la isla y que paulatinamente se mueven hacia nuevos lugares en Santa Fe», agregó el Ministerio de Ambiente.

Crecimiento de «Opuntias»

Asimismo, la expedición científica monitoreó el estado del cacto «opuntia», que sirve de alimento a los quelonios. En el mismo sentido, revisan la interacción entre las tortugas y las iguanas terrestres que también habitan la isla.

«El regreso de los quelonios ha favorecido a la reproducción de opuntias, por lo que se encontró un mayor número de cactus juveniles durante el monitoreo en Santa Fe», afirmó Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos.

La expedición también levantó información de una veintena de parcelas de vegetación que fueron establecidas en 2014, cuando arrancó el programa, la mitad de ellas cercadas para aislar a tortugas e iguanas.

«El objetivo es identificar a largo plazo cómo las tortugas e iguanas terrestres influyen en la dinámica de las comunidades vegetales de la isla», aseguró Jorge Carrión, director de conservación de Galápagos Conservancy. EFE

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