Colombia defiende el uso de fuerza contra menores reclutados

El ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, defendiĆ³ este miĆ©rcoles el Ā«uso legĆ­timo de la fuerzaĀ» contra menores reclutados por grupos armados porque dejan de ser vĆ­ctimas y se convierten en Ā«mĆ”quinas de guerraĀ», lo que contradice las normas del derecho internacional.

Ā«Yo que fui director del Instituto (Colombiano) de Bienestar Familiar (ICBF) tengo absoluta claridad que lo que hacen las disidencias de las FARC y lo que hicieron las FARC fue preparar mĆ”quinas de guerra que atentan contra la sociedad colombiana y por eso aquĆ­ se tiene que usar el uso legĆ­timo de la fuerzaĀ», dijo Molano, en una entrevista en la radio RCN.

Al ministro le preguntaban por la posible existencia de menores en un campamento de las disidencias bajo el mando de Miguel Botache, alias Ā«Gentil DuarteĀ», que el EjĆ©rcito bombardeĆ³ el pasado 2 de marzo en el municipio de Calamar, en el Guaviare (sur), en el que murieron doce personas.

El periodista y exconcejal de BogotĆ” Hollman Morris dijo en un video que recibiĆ³ denuncias de que Ā«en dicho bombardeo llevado a cabo en la vereda Buenos Aires (…) habrĆ­an muerto aproximadamente 14 menores de edadĀ», aunque Medicina Legal aĆŗn no confirmĆ³ la muerte de ningĆŗn menor.

Sin embargo, Defensa sĆ­ sabĆ­a que en el campamento se encontraban Ā«jĆ³venesĀ» como el ministro se refiriĆ³ a los adolescentes menores de 18 aƱos en varias entrevistas a radios colombianas.

Ā«La informaciĆ³n es que habĆ­a (…) jĆ³venes que habĆ­an sido preparados como combatientes y que estaban planeando y desarrollando acciones, y que hacen parte por supuesto de la posibilidad que se tiene, con el derecho internacional humanitario, de desarrollar operativos en contra de ese tipo de campamentosĀ», alegĆ³ Molano justificando un Ā«operativo legĆ­timoĀ».

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ĀæUn menor reclutado deja de ser vĆ­ctima?

AdemĆ”s, Molano repitiĆ³ en incontables ocasiones que los menores se convierten en Ā«mĆ”quinas de guerraĀ», y que dejan de ser vĆ­ctimas Ā«cuando cometen un crimenĀ».

Ā«Se presume que cuando los niƱos y niƱas han sido vinculados a un grupo armado es porque ha habido reclutamiento forzadoĀ», considera la directora de la organizaciĆ³n especializada en infancia Humanidad Vigente CorporaciĆ³n JurĆ­dica, Olga Silva, quien dice que la otra presunciĆ³n dentro del Derecho Ā«es que ese niƱo y esa niƱa es una vĆ­ctimaĀ».

Por ello, los menores Ā«no solamente cuando estĆ”n desvinculados, sino cuando estĆ”n vinculados deben ser reconocidos como vĆ­ctimas justamente porque el reclutamiento forzado es un crimenĀ», alega la jurista, quien considera que en este sentido las declaraciones de Molano, viniendo de alguien con ese poder de decisiĆ³n en las Fuerzas Armadas, Ā«son supremamente irresponsables y muy gravesĀ».

Molano, que entre 2011 y 2013 fue director del ICBF -entidad gubernamental dedicada a la infancia- conoce, como apuntan las organizaciones, que los menores, al ser reclutados, se exponen a mecanismos de violencia que muchas veces les obligan a realizar acciones.

Ā«El Estado colombiano tiene la obligaciĆ³n de ser garante de los derechosĀ», indica Silva, y el hecho de considerar a un menor como mĆ”quina de guerra Ā«se aparta de todo el deber constitucional y los deberes que tiene el Estado en materia de derechos humanosĀ».

Ā«Si el Gobierno sabĆ­a que ahĆ­ podĆ­a haber niƱos, lo correcto a la luz del Derecho Internacional Humanitario es que, por el principio de precauciĆ³n que opera en el derecho humanitario, no deberĆ­a haber bombardeadoĀ», explica a Efe el abogado y ex representante de la CĆ”mara Alirio Uribe.

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En este contexto, bombardear un objetivo militar sabiendo que allĆ­ se encuentran menores Ā«es una grave infracciĆ³n al Derecho Internacional Humanitario y viola tres principios fundamentales que son el principio de prevenciĆ³n, el principio de distinciĆ³n y el principio de precauciĆ³nĀ».

Ā«Lo que debiĆ³ haber hecho la FiscalĆ­a y las Fuerzas Militares era actuar para recuperar a estos niƱos, para rescatarlos de los grupos armados ilegalesĀ», considera la letrada.

Otros precedentes

El 29 de agosto de 2019 la Fuerza AĆ©rea bombardeĆ³ otro campamento de disidencias de las FARC en San Vicente del CaguĆ”n, CaquetĆ” (sur), y mĆ”s de dos meses despuĆ©s se revelĆ³ que entre los Ā«neutralizadosĀ» habĆ­a ocho menores, lo que acelerĆ³ la dimisiĆ³n del entonces ministro de Defensa Guillermo Botero.

Tampoco es la primera vez que un Gobierno colombiano justifica crĆ­menes de uniformados criminalizando a las vĆ­ctimas. Ā«De seguro, esos muchachos no estaban recogiendo cafĆ©Ā», justificĆ³ en su momento el presidente Ɓlvaro Uribe (2002-2010), sobre los jĆ³venes que luego se comprobarĆ­a que habĆ­an sido engaƱados y ejecutados por militares, para hacerles pasar por guerrilleros muertos en combate, en el caso de los Ā«falsos positivosĀ».

Desde las organizaciones de derechos humanos recuerdan que ademĆ”s el Gobierno ha recibido las 45 alertas tempranas que la DefensorĆ­a del Pueblo emitiĆ³ en 2020 sobre cĆ³mo se estaba incrementando el reclutamiento forzado de menores, y que estas actividades tambiĆ©n se realizaban en el Guaviare, donde se produjo este Ćŗltimo bombardeo.

Ā«Se ha venido denunciando en los Ćŗltimos aƱos un reclutamiento masivo de niƱos y niƱas por los diferentes grupos armados ilegalesĀ», recordĆ³ Alirio Uribe.

Mire tambiƩn

De hecho, el pasado 26 de febrero ocho jĆ³venes, algunos de ellos menores, desaparecieron cuando viajaban del centro de Colombia a la Costa AtlĆ”ntica para conocer el mar, y segĆŗn la PolicĆ­a, fueron secuestrados y reclutados por integrantes del grupo armado Los Caparros, una banda criminal de fuerte presencia en el noroeste del paĆ­s.

La Red Nacional de InformaciĆ³n de la Unidad para las VĆ­ctimas indicĆ³ que entre 2018 y 2020 se presentaron 313 casos de reclutamiento de niƱos, niƱas y adolescentes, la mayorĆ­a de ellos varones entre los 12 y los 17 aƱos.

Organizaciones como la CoaliciĆ³n Contra la VinculaciĆ³n de NiƱos, NiƱas y JĆ³venes al Conflicto Armado en Colombia (Coalico) alertaron que en los primeros cinco meses de 2020, 128 menores habĆ­an sido reclutados, por lo que el delito aumentĆ³ en un 113 %, debido a la cuarentena y el cierre de escuelas.

Ā«El Estado colombiano es responsable no solamente por acciĆ³n pero por omisiĆ³n frente a una grave violaciĆ³n de derechos como lo que estĆ” pasando con los niƱos y niƱas en este paĆ­sĀ», resumiĆ³ Silva.

EFE