Ā«No podemos ofrecer muerte si ni siquiera proveemos los mĆnimos requerimientos de salud para una vida dignaĀ«. Con este mensaje la Conferencia Episcopal Ecuatoriana manifestĆ³ su postura ante la decisiĆ³n de la Corte Constitucional de despenalizar la eutanasia en Ecuador.
En un comunicado difundido este miĆ©rcoles 14 de febrero de 2024, la Conferencia Episcopal expresĆ³ que Ā«si bien es cierto, no se acoge la peticiĆ³n de la demanda de que sea un derecho y, por ende, un servicio pĆŗblico; sin embargo, se convierte en una realidad con la que tendremos que convivirĀ«.
Y aƱadiĆ³ que muchos enfermos o personas en situaciones vulnerables se verĆ”n obligados a recurrir a esta medida para āno ser gravosos o molestos para sus familias o para el Estadoā.
No obstante, la instituciĆ³n seƱala que la sentencia de la Corte Constitucional Ā«es vaga en cuanto al alcance de sus supuestosĀ«. Argumenta que Ā«no se concreta ni desarrolla quĆ© es una ālesiĆ³n corporal grave e irreversibleā ni āenfermedad grave e incurableāĀ».
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Por esta razĆ³n, la Conferencia Episcopal dice que se debe especificar quĆ© se entiende por dichas expresiones, para no poner en riesgo la vida de personas vulnerables; por ejemplo, pacientes psiquiĆ”tricos o con trastornos psicolĆ³gicos, que tambiĆ©n estarĆan expuestas. Ā«Lo mĆ”s triste es que tampoco se salvan los niƱosĀ», precisa.
Por otra parte, la instituciĆ³n manifiesta su sentir por la modificaciĆ³n a la que se somete al CĆ³digo de Ćtica MĆ©dica con la despenalizaciĆ³n de la eutanasia.
Ā«Ya que permite a un mĆ©dico acercarse a un enfermo con la intenciĆ³n de darle muerte, pervirtiendo la esencia misma de su profesiĆ³n que es defender la vidaĀ«, dice el comunicado.
Ā«Dar paso a la eutanasia sin exigir una ley de cuidados paliativos es una muestra mĆ”s del cinismo de nuestras instituciones, y del fracaso social y polĆtico de quienes las dirigenĀ», resaltĆ³ la Conferencia Episcopal.
Para la instituciĆ³n, Ā«la eutanasia no es sinĆ³nimo de una muerte sin dolor y sufrimiento. En muchos casos, los pacientes presentan complicaciones (…) No son pacientes que mueren aliviados en lo emocional, psicolĆ³gico, fĆsico, ni espiritualĀ».
Y en ese sentido, sostiene que Ā«la ConstituciĆ³n y la ley deben estar al servicio de la salud y de la vida de
todos los ecuatorianos, especialmente de las personas que sufren intensamente por causa de enfermedades castrĆ³ficas, buscando todos los medios posibles para aliviarlasĀ».
Ā«La eutanasia no es un tema de libertad personal. La libertad del paciente, en condiciĆ³n altamente vulnerable, estĆ” fuertemente condicionada y afectada emocionalmente. AdemĆ”s, en muchos casos, la decisiĆ³n puede llegar a ser del mĆ©dico, la familia, e incluso del Estado o las empresas de salud que se niegan a proveer de los cuidados necesarios para atender de mejor manera la condiciĆ³n del enfermo o la falta de recursos; como, en efecto, pasa en los paĆses donde esta ley estĆ” vigenteĀ», consta en el escrito.