Informes advertían sobre violencia del crimen organizado en Esmeraldas

Hace cinco años informes de la Policía Nacional advertían sobre la penetración del crimen organizado en la provincia de Esmeraldas. También se propuso un plan de seguridad para contener el avance de estas organizaciones.

Desde 2018 se emitieron alertas sobre la situación de la provincia en medio de atentados con explosivos y secuestros. La Policía había identificado los primeros indicios de lo que desencadenaría la complicada realidad que se vive en Esmeraldas.

La primera alarma saltó con el atentado con explosivos a un cuartel policial de San Lorenzo en enero. Ese mismo año un equipo periodístico, integrado por Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, fue secuestrado y asesinado en el mismo sector.

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El aumento de este tipo de hechos llevó a la Policía a levantar un informe, en el que se detallaba que los los homicidios intencionales en Esmeraldas ocurrían, casi siempre, en el mismo lugar, el perfil Costero. Además, en el documento se indicaba que «la presencia de delincuencia organizada transnacional en Ecuador, por medio de emisarios, cumplía funciones específicas en el reclutamiento de personas, coordinación y provisión de recursos».

Juan Jaramillo, excomandante de operaciones de la Frontera Norte», revela que también se había detectado la presencia del Cartel Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Sinaloa. De igual forma, se identificaron otros actos delictivos como el tráfico ilícito de drogas, trata de personas, tráfico de migrantes, lavado de activos, entre otros.

Por ello, se propuso crear una división especializada en frontera y otras acciones. Jaramillo detalla que se iban a crear bases en Tufiño, Calderón, entre San Lorenzo y Mataje, y en Sucumbíos, pero esto no se concretó.

Pese a haber pasado cinco años estas medidas parecen no perder vigencia ante la ola de violencia y criminalidad que atemoriza a los habitantes de Esmeraldas.

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