¿Por qué están libres exfuncionarios del correísmo condenados?

Exfuncionarios del correísmo que estaban pagando sus condenas en prisión hoy están libres gracias a recursos constitucionales y beneficios penitenciarios. Además, ninguno ha pagado las millonarias reparaciones integrales al Estado que dispuso la Justicia.

Pablo Romero, exsecretario de Inteligencia, estaba sentenciado a nueve años de prisión por el secuestro del activista político Fernando Balda. Pero recuperó su libertad la tarde del miércoles 22 de marzo, luego de que un juez de Yaguachi le concedió medidas cautelares provisionales.

Hay más exfuncionarios del correísmo con los que esto ha pasado. Dos meses atrás, el exsecretario jurídico se ese Gobierno, Alexis Mera, sentenciado a ocho años por el delito de cohecho, salió bajo el régimen de prelibertad. Y en noviembre del 2022 fue el exvicepresidente Jorge Glas quien dejó la cárcel gracias a una medida cautelar presentada por un tercero y otorgada por un juez de Santo Domingo de los Tsáchilas.

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Las medidas cautelares son derechos de las personas privadas de la libertad, pero llama la atención que cuando estas personas son inmiscuidas en delitos de corrupción, que causan un grave perjuicio al Estado, se las conceden de inmediato y no como al ciudadano común, sostiene Cinara Zea, abogada penalista. «Tienen esta argucia de interponer varias garantías constitucionales por distintas personas. Es decir, las interponen terceros que no son allegados al caso y en lugares remotos del Ecuador”.

Similar opinión tiene Mauricio Alarcón, director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo. “Impunidad no es solo cuando la justicia inactúa en la sanción de quienes han cometido un delito sino también cuando, de manera extraña, y vulnerando las normas procesales básicas se obtienen beneficios”.

Carlos Pareja Yannuzzelli, exministro de Hidrocarburos, es el único que continúa en la cárcel. Él se alejó de las filas correístas cuando decidió cooperar con la justicia.

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