El izquierdista Gabriel Boric asumirá la presidencia de Chile este viernes, en el cambio de mando más desafiante desde que el paÃs recuperó la democracia en 1990. Y lo hará junto a sus compañeros del movimiento estudiantil que en 2011 expuso las carencias sociales de un modelo económico exitoso.
Con Camila Vallejo (33) y Giorgio Jackson (35), la vocera del nuevo Ejecutivo y el ministro encargado de las relaciones con el Parlamento, respectivamente, fueron en 2011 los rostros veinteañeros que confrontaron al primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) para denunciar una educación desigual y cara, y exigir que el Estado garantizara gratuidad y calidad.
El gobierno de Boric (36) marca la coronación de un cambio generacional en la polÃtica chilena que se concretó en 2017. Ahà surgió la coalición de izquierda Frente Amplio y el ingreso en el Congreso de dos de sus lÃderes, Boric y Jackson; también de la comunista Vallejo.
El futuro mandatario quiso mostrar desde el nombramiento de su equipo el sello que pretende darle a su gestión. Para ello integró un gabinete mayoritariamente femenino (14 de un total de 24 ministerios), en el que la edad promedio es de 42 años.
«Hoy comienza a escribirse un nuevo capÃtulo en nuestra historia democrática. No empezamos desde cero, sabemos que hay una historia que nos eleva y nos inspira», dijo Gabriel Boric el 21 de enero pasado al anunciar su gabinete.
MayorÃa femenina
Por primera vez una mujer, Izkia Siches (36), encabezará el Ministerio del Interior, encargado de la seguridad pública. Este es uno de los temas que más preocupa a los chilenos, según los sondeos.
Entre los giros en un paÃs donde el poder polÃtico y económico ha estado controlado por una élite, designó a Luz Vidal (48). Antigua empleada doméstica y sindicalista de ese gremio, ahora será viceministra de la Mujer y la Equidad de Género.
«Boric comienza con un clima favorable de la opinión pública, gracias a todo el capital polÃtico que logró en las elecciones y con el nombramiento de su gabinete», declaró a la AFP Marco Moreno, director de la escuela de gobierno de la Universidad Central de Chile.
«Me llena de orgullo lo que ha hecho Chile, la ciudadanÃa, la movilización social, las organizaciones, lo que hemos ido trabajando con Gabriel, con Giorgio, con Izkia y otros y otras compañeras del mundo feminista y la lucha social», dijo Vallejo.
Débil apoyo en el Congreso
El gobierno entrante llega con un exiguo respaldo en el Parlamento. Apenas 37 diputados en una cámara de 120 escaños, y cinco senadores de un total de 50, tendrá la nueva alianza oficialista. Esta la conforman el Frente Amplio y el Partido Comunista.
También sumarÃa el apoyo del Partido Socialista, pero no le bastará para obtener una mayorÃa mÃnima en el Legislativo.
Si la juventud de Boric levanta esperanzas, los desafÃos son mayores para una gestión de cuatro años. Su acotada experiencia polÃtica encuentra desconfianza en los sectores de derecha e izquierda radical. De ahà que existan incertidumbres sobre si podrá realizar los cambios sociales que promete.
«Boric tiene el desafÃo de avanzar en la gestión de los problemas sin destruir su coalición de Gobierno que ya está tensionada en su interior por la diferentes sensibilidades que en ella conviven», dijo a la AFP Marcelo Mella, cientista polÃtico de la Universidad de Santiago de Chile.
Expectativas de alto voltaje
Otro de los desafÃos polÃticos que enfrenta Gabriel Boric es que puede convertirse en el último mandatario que asume el cargo con la Constitución de 1980, redactada durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), y ser el primero bajo la nueva Carta Magna que podrÃa surgir este año de la Convención Constitucional, un proceso que apoya sin tapujos.Â
La esperanza entre los chilenos que respaldaron el origen del estallido social de octubre 2019 se centra en sentar bases de un Estado más fuerte que garantice derechos sociales en un paÃs donde el 1% de la población posee el 26% de la riqueza.
Boric, en su promesa de establecer un estado de bienestar a la europea, enfrenta tres herencias de la gestión saliente de Piñera: un presupuesto que recortó el gasto público en 22,5%, una estimada desaceleración de la economÃa para 2022, y una inflación que en 2021 cerró en 7,2%.
Migración y lucha indÃgena
Se agregan a la lista de «urgentes» la incesante llegada de inmigrantes por la permeable frontera con Perú y Bolivia, y en el sur un histórico conflicto no resuelto con las comunidades mapuches marcado con reiterados hechos de violencia y muerte.
Esos asuntos, asà como la seguridad pública son problemas que se vienen arrastrando desde hace más de una década, y ahora empeoraron.
Al menos 14 muertos al caer un bus por un precipicio en Nepal
El hombre sufre de Alzheimer y demencia senil https://t.co/7EnwwkbH8b pic.twitter.com/XE6fOe4vR2
— Teleamazonas (@teleamazonasec) March 10, 2022