Así drogaba con escopolamina a jóvenes banda que operaba en ‘zona rosa’ de Quito y desapareció a Hernán Mendoza

La familia de Hernán Mendoza Velásquez, desaparecido el pasado 26 de enero de 2024, exige que la investigación y búsqueda del joven se extienda por toda la ciudad y se encuentre a los responsables del hecho.

Hernán Mendoza, que desapareció cerca de las 23:00 del viernes 26 de enero, habría sido víctima de la banda que operaba en el sector de La Pradera, norte de Quito, donde drogaban con escopolamina (droga que hace perder la voluntad) a jóvenes para luego sustraer sus pertenencias.

Según investigaciones y captura de uno de los sospechosos de perpetrar el delito, la banda pagaba hasta 50 dólares a los taxistas por llevar víctimas drogadas con escopolamina  a cajeros automáticos y retirar dinero de sus cuentas.

Franklin A, conductor del taxi e involucrado en varios delitos de robo con esta sustancia, fue detenido la madrugada del sábado 10 de febrero en un hostal de la parroquia Tambillo, del cantón Mejía.

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Las declaraciones del detenido develaron cómo operaba la banda.

El taxista en su primera versión reconoció que la noche del 26 de enero, él viajaba con dos personas, sus amigos desde hace un año y con los que desde hacía cuatro meses se dedicaban al robo de personas usando escopolamina, en el mismo lugar, los bares de La Pradera.

Testificó que a él le pagaban 50 dólares “por cada vuelta”; también reconoció que esa noche abordaron a Hernán y su amigo para robarle, según la Policía fue el mismo taxista quien intentó retirar el dinero de un cajero automático en el sur de Quito.

Según la declaración del taxista, el retiro del dinero no se realizó y tras varios intentos fallidos abandonaron a Hernán y su amigo juntos en cerca del puente de Guápulo, pero esta versión contradice la investigación que adelantan las autoridades.

Para la hermana de Hernán, Gabriela Mendoza, “no se puede creer en una persona que desde el principio ha mentido”, para ella la búsqueda no se detendrá. Asegura que junto a familiares y amigos se han distribuido por el sur de Quito, por Guamaní, y durante toda la semana no han parado de buscar a Hernán.

Gabriela cuenta que el caso de su hermano, no es el único. Hay tres similares denunciados en la Fiscalía. La diferencia es que en esos casos, las víctimas han podido regresar a salvo con sus familias, según recoge su testimonio el portal Primicias.

Así operaba la banda

Las investigaciones preliminares aseguran que la banda operaba a través de dos hombres que eran los encargados de abordar a jóvenes en La Pradera al salir de las discotecas y bares del sector. Tras ganarse su confianza hacían que ellos beban licor contaminado con escopolamina.

Luego intervenían personas como el taxista, Franklin A., que en sus taxis trasladaban a las víctimas a cajeros automáticos para retirar el dinero de sus cuentas.

Las investigaciones señalan que las víctimas eran abandonadas en distintos puntos de la ciudad como: el parque La Carolina, el Centro Histórico o el sur de Quito.

Según la Policía, esta banda delincuencial operaba principalmente los fines de semana, entre viernes y sábado en la ‘zona rosa’.

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