Lula asume la Presidencia de Brasil por tercera ocasión

El líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, juró este 1 de enero del 2023 ante el Parlamento como nuevo presidente de la República Federativa de Brasil para el período 2023-2027.

 «Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil«, declaró el nuevo gobernante, quien hace cuatro estaba en prisión condenado por supuesta corrupción en unos juicios luego anulados por la Corte Suprema.

TRES VECES AL PODER

Lula es el primer político brasileño que llega tres veces al poder. Hace hoy exactos veinte años, juró como presidente por primera vez y cuatro años lo volvió a hacer, tras su reelección en 2009.

El izquierdista había dejado con una popularidad récord antes de que un escándalo de corrupción lo enviara a la cárcel y casi a la tumba política.

El logro de un tercer mandato conmovió a este autodefinido «joven» de 77 años, que no pudo contener el llanto durante la certificación de su elección en diciembre, luego de imponerse por poco (50,9% a 49,1%) al mandatario saliente, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

DE VUELTA A LA POLÍTICA

Tras su paso por prisión y anuladas sus condenas, que muchos interpretaron como su fin, Lula vuelve a la primera línea de la política.

De 2003 a 2010 gobernó la mayor potencia de América Latina, dejando el cargo con una aprobación nunca vista, de 87%.

El exlíder sindicalista fue elogiado por administrar una bonanza del precio de las materias primas que permitió sacar a 30 millones de brasileños de la pobreza. Pero luego, la suerte cambió.

Condenado por corrupción en el «Lava Jato», el mayor escándalo político en la historia del país, estuvo preso 580 días, de abril de 2018 a noviembre de 2019.

Pero las nubes de su vida política empezaron a disiparse en marzo de 2021. La Corte Suprema anuló sus condenas y le restituyó sus derechos políticos.

La decisión del alto tribunal, sin embargo, no declaró a Lula inocente en las investigaciones sobre sobornos pagados a políticos para obtener contratos en la estatal petrolera Petrobras. Sin embargo,12 años después de salir del poder, este orador de voz rasposa que sufrió un cáncer de laringe llevó adelante su sexta campaña presidencial, la tercera exitosa.

Al mundo anuncia que «Brasil está de vuelta» a la escena internacional, especialmente con sus compromisos medioambientales, mientras a sus ciudadanos promete unirlos, tras un crispado mandato de Bolsonaro que polarizó todavía más a la sociedad.

POSESIÓN SIN BOLSONARO

El nuevo presidente brasileño llegó al Parlamento tras desfilar en un vehículo sin capota frente a una multitud de decenas de miles de personas que se congregaron en los actos de toma de posesión.

En el comienzo de la sesión en el Parlamento se guardó un minuto de silencio en honor del exfutbolista Edson Arantes do Nascimento «Pelé» y del papa emérito Benedicto XVI, fallecidos en los últimos días.

En el Parlamento, están presentes delegaciones de medio centenar de países y todo el cuerpo diplomático acreditado en el país.

Entre los asistentes, figuran el rey de España, Felipe IV, y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Colombia, Gustavo Petro; Chile, Gabriel Boric; Paraguay, Mario Abdo Benítez, Uruguay, Luis Lacalle Pou; Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; y Alemania, Frank-Walter Steinmeier.

El nuevo mandatario brasileño recibió la banda presidencial de manos de una representación diversa del pueblo del país ante la ausencia de Jair Bolsonaro.

Según marca el protocolo, el presidente saliente es el encargado de pasar la banda a su sucesor, pero Bolsonaro, quien sigue sin reconocer su derrota en las urnas, decidió no participar en los actos de investidura. El ex gobernante viajó a Estados Unidos sin previsión oficial de vuelta.

Lula, de 77 años, subió la rampa del Palacio de Planalto, en Brasilia, pero en lo más alto no esperaba Bolsonaro.

En su lugar, ascendió a la parte alta del palacio presidencial acompañado por un grupo de personas que «simbolizan la riqueza y la diversidad del pueblo brasileño». Entre ellos, un niño, afrodescendientes, mujeres, personas con discapacidad y el conocido líder indígena Raoni Metuktire.

En su primer discurso tras ser investido, prometió «reconstruir el país junto al pueblo brasileño». 

CEREMONIAS OFICIALES

Las ceremonias oficiales concluirán con una recepción que será ofrecida por Lula a las delegaciones extranjeras en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería.

Desde horas antes de la ceremonia, en la Explanada se celebra el llamado Festival del Futuro, un concierto que reúne varios artistas populares. Y cuyo telón se prevé que bajará ya entrada la madrugada del lunes.

Con información de AFP y EFE

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